Hoy la naturaleza nos ha regalado uno de esos momentos que solo se viven muy de vez en cuando, sobre las 12 horas del mediodía hemos contemplado como cientos de grullas se han ido concentrando en la zona central de la antigua laguna de La Janda. Poco a poco iban llegando desde el fondo de dicha zona y se ponían a revolotear unas con otras en una sinfonía de reclamos esplendida y a la vez de forma descontrolada volaban entre ellas.
No entendíamos a que respondía dicho desorden pero rapidamente nos dimos cuenta como se iban desgajando grupos de ese desorden y enfilaban rumbo norte de una forma contundente.
Pudimos comprobar como el comportamiento era el mismo que tienen las espátulas que migran a través del corredor de la Playa de La Barrosa hacia África, cuando llegan a la línea de mar parecen indecisas y es cuando alguna experta pone el rumbo y el resto le sigue. Pues eso es lo que ha sucedido hoy, las cientos de grullas que todos los años nos visitan se han reunido dudando que hacer y en un momento dado han puesto rumbo norte y allá que han marchado y quedando la zona en un silencio sepulcral. Un cielo azul, unas temperaturas altas y bien alimentadas que estarán y ellas han determinado que el invierno finalizó (si es que ha habido) y su estancia en nuestras tierras está de más.
Formaciones inmensas en perfectas "V" que hemos visto como se perdían en el horizonte, largo camino que les espera y