lunes, 30 de mayo de 2016

Trepador Azul

El trepador azul, Sitta europaea es una pequeña pero fuerte ave que solemos ver como corretea por los troncos hacia arriba y abajo tan solo agarrado por sus uñas y fuertes patitas. Aunque también es facil el observarlo cantando en un posadero, sobre todo cuando llega la primavera.


Anida en agujeros de los árboles y curiosamente cuando llega la época de cría tiene la costumbre de reducir el tamaño de su abertura, evidentemente con ello intenta hacerlo más disimulado y evitar que sea depredado.


Llama la atención como lleva la cabeza erguida a pesar e ir boca abajo con total facilidad gracias a la impresionante fortaleza de sus patas.


Su alimentación se basa en  granos de cascara dura que suele meter en grietas del árbol para golpearlo fuertemente con su pico, abrirlo y consumirlo.


lunes, 23 de mayo de 2016

Circular por Montecoche hasta la Caseta de Vigilancia

La Sierra de Montecoche, en el termino municipal de Los Barrios, ofrece grandes posibilidades para los amantes del senderismo y del cicloturismo, muchos kilómetros de carriles faciles de hacer y con grandes vistas dentro de un espacio natural de una riqueza impresionante. Hoy os dejamos aquí una ruta circular que hemos hecho hasta la caseta de vigilancia que se encuentra en la cima del Monte la Teja y que en total han sido unos 15 kilómetros llenos de grandes momentos.


Para llegar al comienzo de la ruta hay que tomar la salida 70 de la autovía Jerez-Los Barrios y seguir por la vía de servicio paralela a la dirección hacia la primera localidad. Aproximadamente a un poco más de un kilómetro aparece a nuestra derecha la indicación del sendero del Monte La Teja y el carril cicloturista. Subiremos con el coche hasta una cancela donde podremos dejar el vehículo aparcado en un lugar que no moleste.


Comenzaremos a caminar en leve subida por un ancho carril.


Al poco veremos unas indicaciones que nos señalan hacia la izquierda hacia La Teja, seguiremos ese carril que poco a poco irá subiendo cada vez de forma más pronunciada.


Si tenemos la oportunidad de hacerlo en primavera el espectaculo floral será inmenso.






Además conforme subimos las vistas a sierras cercanas serán también espectaculares.


Tendremos indicaciones que nos irán orientando sobre los kilómetros recorridos.


El embalse de Charco Redondo lo tendremos siempre presente y al fondo la laja de la Zarga rodeada de alcornoques.


Igualmente en distintos momentos de la ruta nos aparecerá la Bahía de Algeciras y como telón de fondo la roca de Gibrarltar.



Ya digo que si vamos en primavera tendremos de contemplar muchas flores y sobre todo, si somos algo más observadores, algunas especies de orquideas que abundan por estos lugares.



En algunos momentos en la primera parte del recorrido, que hasta la caseta son unos 8 kilómetros, el carril se empinará un poco, estos tramos los tomaremos con más paciencia.


Estamos en pleno parque natural de Los Alcornocales y las vistas dan muestra de lo inmenso que son este alcornocal único en el mundo.


Este monte fue repoblado en su momento con pinos e igualmente pasaremos por zonas donde es el principal árbol presente, pero poco a poco irá desapareciendo mediante talas hasta volver a su primitivo y original monte mediterráneo.



A los 4 kilómetros más o menos nos aparece un cruce, nosotros tenemos que seguir hacia arriba y a la izquierda.



Debemos de continuar por el carril principal, ya que en diversas ocasiones nos aparecerán algunos carriles secundarios a izquierda y derecha. Salvo cuando lleguemos a este cartel que indica que entramos en otro monte. En ese momento nos desviamos hacia la izquierda en clara subida.


Llegaremos a una loma donde aparece una valla en el frente, un carril a la derecha y otro a la izquierda, este ultimo en unos minutos más nos llevará hasta la caseta de vigilancia que se encuentra en lo alto de la loma. Este es un buen lugar para degustar las viandas que llevemos, reponer fuerzas e iniciar el descenso.


Antes disfrutaremos de las vistas que hay desde esta loma.



La finca de la Almoraima es la que se encuentra al otro lado de la valla, y allá en el fondo aparece el Castillo de Castellar. Pero es perfectamente divisable sierras cercanas de Málaga y Cádiz.



Para bajar y unos metros después de abandonar la caseta por el mismo camino nos aparece un carril hacia la derecha que tomaremos en pronunciado descenso.


Atravesaremos un frondoso pinar que nos resguardará si el sol pega con justicia.


Ese carril llevará a otro que tomaremos hacia la derecha, ya siempre hacia abajo.



Y a su vez ese desmbocará en el principal que recorre toda la Sierra de Montecoche, ya solo nos queda ir hacia la derecha que nos conduce hasta el punto de partida.


Antes podemos hacer alguna parada en los miradores naturales que nos regalan esplendidas vistas.


Pasaremos por el punto donde al comienzo nos desviamos hacia arriba y a unos pocos de metros aparecerá de nuevo la cancela donde dejamos el paso. Antes podemos pararnos en una fuente donde gentes de pueblos cercanos van a "tomar las aguas" que tienen "propiedades medicinales". Para los senderistas evidentemente si que las tiene ya que su frescor nos ayuda a recuperarnos del buen paseo que nos hemos dando en el día de hoy.


lunes, 16 de mayo de 2016

Refugio de Sierra Crestellina. Casares

Sierra Crestellina se encuentra a escasos kilómetros de la populosa Costa del Sol y tiene un cómodo sendero que permite recorrer gran parte de ella en poco más de tres horas de andurreo. Su nombre le viene de las "crestas" afiladas y poco accesibles que presentan sus cimas.


El comienzo del sendero se encuentra en la zona cercana a los aparcamientos de la parte de arriba del precioso pueblo de Casares, justo delante de una venta veremos los carteles que anuncian el recorrido hasta el refugio de Sierra Crestellina.



Si tenemos la oportunidad de hacerlo en primavera podremos comprobar la explosión de colores que se nos mostrarán sobre todo en la parte del sendero que recorre de forma paralela a la cumbre de esta pequeña sierra.












Gran parte de la ruta discurre por un carril que al comienzo irá en claro y pronunciado ascenso hacia el Puerto de las Viñas,pasando por una zona un tanto urbanizada y rodeada de matorral mediterráneo donde es frecuente la presencia de quejigos y alcornoques de gran porte.




Poco a poco veremos como las cumbres nos quedan más cerca y los paisajes se abren a nuestro alrededor.


Tras aproximadamente una hora de ascenso llegaremos al Puerto de las Viñas, donde es obligada una parada para admirar todas las vistas de pueblos y sierras cercanas.


Los Reales de Estepona, se nos muestran como un muro imponente que guardan a uno de los pocos pinsapos que quedan por el Sur de Europa.


Los pueblos de la serranía de Ronda y del Valle del Genal aparecen dispersos entre grandes masas forestales.



Y la costa desde casi Málaga hasta el Peñón de Gibraltar y la costa de África podremos verla en distintos momentos de esta hermosa ruta.


Pasado el Puerto de las Viñas debemos de seguir las indicaciones que nos llevan hasta el Refugio de Sierra Crestellina, a partir de ahí encontraremos una bifurcación hacia arriba que llevaría a la cumbre y otra hacia la izquierda que va paralela a esa cumbre. Esta última es la que tomaremos y en ese momento el desnivel se suaviza, dando paso a un tramo de cómodo paseo.


Casares y la Costa del Sol allí abajo nos esperan.


Antes de comenzar a descender deberemos de seguir las indicaciones hacia un mirador desde el que tendremos más y mejores vistas de todos los alrededores. Serán apenas unos minutos los que nos lleven hasta ese lugar y merece verlo.



Volveremos sobre nuestros pasos hasta el refugio donde existen un par de mesas y bancos en los que podremos dar cuenta de las viandas antes de iniciar el descenso hasta el punto de partida.


A partir de aquí el carril se convierte en senda y bastante inclinada, donde deberemos de tener precaución sobre todo si está mojado. Son unos 45 minutos de descenso que tenemos que tomar con tranquilidad si no queremos sufrir algún percance.


Abajo nos espera un carril que a su vez conduce a la carretera de acceso al pueblo, a partir de ahí subiremos por un carril peatonal paralelo que nos llevará hasta nuestro punto de partida.



Se trata de una ruta circular de unos 8 kilómetros que con paradas no suele ser más de 4 horas las que invertiremos en hacerla, eso si se recomienda hacer bastantes paradas y disfrutar de todo lo que nos muestra esta coqueta sierra. Su vegetación, las aves, las vistas... en fin una buena jornada que podemos rematar paseando por las blancas calles de Casares.


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