domingo, 29 de noviembre de 2015

Igualeja. Nacimiento del Genal.

Muy cerca de Ronda y en el nacimiento del río Genal, que da nombre al valle, se encuentra Igualeja. Unos 10 kilómetros recorridos por la carretera que une esta ciudad con San Pedro de Alcantara veremos un cruce a nuestra derecha que nos indica nuestro destino y deberemos de bajar otros tantos para llegar al fondo del valle donde nos espera este coqueto pueblo rodeado de castaños.



Tanto si somos amantes del turismo de tranquilidad, el comodo paseo, la buena gastronomía, el senderismo o la bicicleta de montaña, Igualeja representa un lugar excelente para punto de partida de muchas rutas en todo tipo de vehículo o simplemente con nuestros pies.


Rodeado de naturaleza en su máxima expresión puede ser un lugar para pasar un fin de semana o una jornada intensa con una ruta por el interior de sus bosques de castaños. Indudablemente la época de recolección de castañas y luego la caída de la hoja son las mejores fechas para verlos en todo su esplendor.



Conserva una arquitectura popular adaptada a las condiciones del terreno y los materiales propios de la zona, que es observable en infinidad de rincones que podemos observar en un recorrido por sus variopintas calles.








Aunque el epicentro del pueblo es sin lugar a dudas el nacimiento del río Genal, que además tiene habilitado un bonito paseo y un área de recreo donde poder pasar un buen rato si vamos con pequeños.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

Cabo Ortegal, Coruña

Después de Estaca do Bares es el cabo más septentrional de la Península Ibérica, el cabo Ortegal se encuentra en el municipio coruñés de Mariño, un lugar rico en paisajes, geología y ornitología que debemos de visitar a poco que nos acerquemos por el norte de Galicia.



Desde Cariño y a través de una sinuosa carretera, paralela al mar, se accede a este emblemático lugar y un poco antes nos encontraremos con algunos miradores en los que merece la pena detenerse a contemplar el paisaje. El lugar tiene acondicionado un pequeño, pero suficiente, aparcamiento justo a la entrada del recien remodelado cortado que acoge el faro y el paseo un tanto ostentoso.



Al este veremos el Cabo Estaca do Bares, si las nubes nos lo permiten.


Desde el faro observaremos los tres aguillóns, como se conoce a los tres peñascos que están delante del cabo y que resisten los embites del mar embrabecido como pocos. Si miramos con atención podremos observar como tienen unas cuerdas que son las que utilizan los percebeiros que materialmente se juegan la vida para recoger los afamados percebes.



Y al oeste nos aparecen otro espectáculo que tampoco podemos dejar de visitar, se trata de unos acantilados que van creciendo poco a poco y que son de los más altos de todo el continente europeo.




lunes, 23 de noviembre de 2015

San Cibrao. Lugo

San Ciprian, en castellano, es un pequeño pueblo de la costa lucense que tiene un bonito paseo desde su casco urbano moderno hasta la pequeña insula que conforma el faro y su barrio pesquero antiguo. Perteneciente al termino municipal de Cervo y situado en la comarca de la Mariña Occidental, es una pequeña península frente al mar Cantabrico.


Justo donde se encuentra su playa, por cierto con bandera azul, existe un paseo marítimo que poco a poco nos acercará hasta la zona del puerto pesquero.



Podemos hacer el camino de ida por la parte de la derecha y veremos como el mar se adentra más alla del pueblo y se muestra más tosco que en el interior de nuestra izquierda.


Poco a poco llegaremos en unos 15 minutos a la zona más alta y que alberga el faro.




Desde esa zona tendremos vistas hacia Os Farallons que es un grupo de tres islas que parecen guardianes de la entrada al puerto pesquero. Aunque este se encuentra protegido por un rompeolas que se llama Anxuela.




Bajaremos e iniciaremos el retorno hacia la zona urbana por nuestra derecha e inmediatamente nos adentraremos en un pequeño y coqueto barrio pesquero con una singular forma tanto de sus casas como de sus calles adornadas por macetas de colores.




Al final de la bajada llegaremos nuevamente al puerto desde donde volveremos a la zona urbana moderna de donde partimos anteriormente. Un paseo muy cómodo y apto para todos los públicos.


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Ruta Circular Monasterio Caaveiro. As Fragas do Eume

Un recorrido por lo más profundo de las Fragas do Eume y sin lugar a dudas su ruta más llamativa y visitada es la que lleva hasta el Monasterio de Caaveiro y nosotros elegimos la que parte desde el centro de interpretación de As Neves.



En dicho centro de interpretación, no bien indicado como casi todo en la bella Galicia, nos aconsejarán e indicarán sobre las distintas rutas que podemos hacer de una forma muy amable. En este caso notros optamos por una ruta circular que comienza y acaba junto a la central hidroeléctrica de Ventureira. Y para llegar al comienzo de nuestra excursión deberemos de seguir unos 5 kilómetros por una carretera local muy estrecha, pero en buen estado, hasta que lleguemos a una zona de aparcamiento, ahí dejaremos nuestro coche y lo cambiaremos por las botas y la mochila.


Terminaremos de bajar por la carretera y cruzaremos el puente sobre el río Eume, vemos como se va encajonando y es por su orilla izquierda por donde se desarrolla la primera parte de nuestro recorrido.


Pasaremos la zona de la central hidroeléctrica de forma paralela al río y por su orilla izquierda.


El bosque es de una inmensa riqueza donde el verdor de las plantas y árboles nos llama poderosamente la atención a los que venimos desde el sur.


La cámara de fotos hecha humo porque se suceden los rincones de gran belleza donde solo se escucha el correr del agua y el cantar de las aves de ribera.


También son numerosas las correntías que descienden de la montaña y que en temporada de lluvias dificultarán la ruta.





A la hora aproximadamente veremos como un puente cruza el río hacia su orilla derecha y es ahí donde comenzaremos la subida hacia el monasterio de Caaveiro.



Este fue fundado en el 936, aunque dicen que ya anteriormente existía, y existe en verano un servicio de guías gratuito que nos llevarán por las distintas estancias y explicarán toda la historia que encierra este mágico lugar.


Luego de terminar dicha visita podemos aprovechar las ruinas de un viejo molino que se encuentra un poco más abajo del monasterio y donde nos sabrán a gloria las viandas que llevemos. 




Una vez descansado y disfrutado de tan encantador lugar iniciaremos el camino de retorno por la orilla izquierda del río Eume pero esta vez en una prolongada subida hasta el lugar de comienzo de la ruta.


Se trata de un ancho carril donde ya la vegetación predominante esta conformada por los eucaliptos de repoblación.


Conforme vallamos subiendo veremos al fondo el río encajonado entre laderas cubiertas de frondosos bosques autóctonos de los que no quedan muchos ya.


Tras unos 45 minutos de subida este carril desemboca en la estrecha carretera que tomamos al comienzo y deberemos de bajar unos metros más para llegar hasta donde se encuentra el coche. En total son unas dos horas y media de caminata que se alarga un poco más por la visita y las distintas paradas que realizaremos para disfrutar de los distintos paisajes que nos ofrece este fenomenal bosque llamado las Fragas do Eume.



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