La antigua Laguna de la Janda, situada entre los términos de Benalup-CasasViejas, Vejer y Tarifa (Cádiz), pudo tener unos 55 kilómetros cuadrados. Unas 400 hectareas de humedales de escasa profundidad y de variabilidad estacional.
Entre los años 1940 y 1960 una desastrosa política llevada a cabo por el Instituto para la Reforma Agraria, que consistió en el embalsamiento de los ríos Barbate y Celemín, canalización con colectores y el establecimiento del poblado de Tahivilla, se desecaron y convirtieron en tierras de labor. Los intereses económicos pudieron sobre la racionalidad y la conservación de tan bellos parajes.
Hoy día los arrozales son los que aprovechan estas zonas y practicamente dominan estas grandes extensiones. Pero la naturaleza sigue confiando en la reversibilidad de la barbarie cometida por los seres humanos y en épocas de lluvia aún podemos disfrutar de paisajes parecidos a los que antaño fueron.
Miles de patos, ardeidas, grullas, rapaces, paseriformes, avefrías, etc se pueden concentrar en estos terrenos aprovechando las lagunas artificiales producidas por los arrozales y las naturales por las intensas lluvias.
Los bandos de avefrías son frecuentes en estas fechas otoño-invernales.
Aquí os dejo un vídeo grabado el pasado fin de semana en el que podemos observar de una sola pasada miles de aves que nos hacen rememorar la impresionante riqueza que en su día tuvo esta Doñana gaditana.
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