La masa forestal más característica de la provincia de Cádiz es el Alcornocal y el parque que le da nombre ocupa unas 80.000 hectáreas. Representa la principal área corchera de toda la península ibérica y un 10% de todos los alcornocales del mundo.
No es fácil encontrar bosque puros de alcornoques o chaparros, lo normal es que compartan el nicho ecológico con otros árboles (quejigos, acebuches, madroños, etc) dependiendo de las condiciones edáficas y climáticas del lugar.
Su nombre científico es Quercus suber, el primer nombre es por su parecido con la encina y el segundo por el corcho. Además está emparentado con los quejigos pero diferenciarlo de estos dos es muy fácil debido a su extraordinaria corteza corchera.
El alcornoque es un árbol ni muy alto ni muy alto ni muy grueso, aunque excepcionalmente aparezcan algunos con un porte más que importante.
Están adaptados a resistir los largos meses de sequía estival propios del clima mediterráneo donde habita. Sus hojas son perennes y son polinizados por la acción del viento, que en estas tierras son abundantes tanto de poniente como de levante.
El fruto que da es una bellota igual que todos los árboles del género quercus y que sirve de alimento tanto para la ganadería como para las especies cinegéticas.
Cuando predomina la humedad y la umbria junto al alcornoque crecen los quejigos y lo desplazará completamente en valles, junto a cursos de agua y en cumbres montañosas donde la niebla sea abundante.
Uno de los más graves problemas que acucian al parque natural es la seca, enfermedad que ataca a nuestros bosques secando los arboles.
Una buena política de repoblación y conservacionista es fundamental para conservar esta joya.
Una formación muy característica que se da en el parque son los canutos, formaciones boscosas paralelas a cursos de agua que forman un muy especial bosque galería.
Además del aprovechamiento del corcho y la bellota, tenemos el de la madera y sobre todo el cinegético.
Si tenéis la oportunidad de daros una vuelta por este fantástico parque natural no desaprovecharla que os enganchará para toda la vida sus paisajes, sus umbrías, su olor, su color,... su todo.
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