Por debajo del río Tajo existe una inmensa llanura, surcada por los ríos Almonte y Tamuja, con suaves lomas y que principalmente está dedicado a la siembra de cereales y pastizales para aprovechamiento ganadero. Los llanos de Cáceres tienen como referencia a la capital, Trujillo y Santa Marta de Magasca y el recorrer las carreteras locales y carriles es un autentico placer para los amantes a la ornitología.
La primavera y el invierno son las épocas más recomendadas porque es cuando más variedad de aves podremos observar. Siendo muy frecuentes los aguiluchos cenizos, aves esteparias, rapaces y multitud de pequeñas aves que amenizarán nuestro recorrido entre estas localidades.
En una jornada podremos pasear por cuatro lugares que son designados como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) como son los Llanos de Cáceres y Sierras de Fuentes, Magasca, Riveros de Almonte y Colonia de Cernícalos Primilla de Trujillo. Con mucho acierto el Gobierno de Extremadura tiene editado un libro sobre Rutas Ornitológicas, que puede ser consultado en internet, donde aparece no solo esta sino otras muchas rutas.
A pesar de lo llano de estas tierras y los pocos árboles que existen, es muy frecuente la observación de grandes rapaces y buitres que buscan la pitanza en estos ricos llanos. La presencia de buitres es fundamental a la hora de limpiar los campos de las reses que fallecen.
Pero sin duda la reina de estos parajes es la avutarda, a la que con paciencia lograremos descubrir incluso en vuelo. Para poder descubrirlas tendremos que apostarnos en alguna loma y observar con los prismáticos todos los alrededores. Además sisones, alcaravanes, ganga, ortega, son frecuentes y facilmente observables. A esta ruta ornitológica le podemos añadir la obligada visita a Trujillo y Cáceres donde podremos admirar sus fantásticos cascos antiguos.
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