Al poco de pasar el pueblo de Villanueva de la Vera, Cáceres, junto a una pequeña área recreativa, antes de cruzar el puente de la Garganta de Gualtamino a nuestra derecha dejaremos el coche y recorreremos unos doscientos metros hasta la impresionante Cascada del Diablo.
Este espectacular salto de agua se produce poco antes que dicha garganta desemboque en el río Tietar, que se intuye al fondo en la Vega del Campo Arañuelo. Nosotros lo vimos al principio del verano y realmente tiene que ser más impresionante en la época en la que se derriten los hielos de la Sierra de Gredos o después de intensas lluvias.
El acceso es cómodo por el corto recorrido desde el aparcamiento hasta la cascada, pero debemos de tener mucha precaución si decidimos bajar por la escalera que nos lleva hasta la base de la misma. Si vamos con niños, personas con dificultades de movilidad y sobre todo con el piso mojado deberemos de extremar las precauciones ya que puede ser muy peligroso.
Las "marmitas de gigante" o pozas se suceden unas tras otras y es que han sido excavadas por el agua en un proceso de miles de años y que han dado lugar a un sitio espectacular al alcance de todos.
Gualtamino significa en árabe que no se seca y por ello en verano esta garganta es utilizada, como muchas otras en la Comarca de La Vera, como piscina natural.
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