En pleno Valle del Jerte, en la carretera entre Cabezuela del Valle y Jerte, tenemos una acceso hasta el centro de interpretación de la reserva natural Garganta de los Infiernos.
Si es verano y tenemos ganas de un buen baño en frescas aguas, este es el lugar más idóneo.
Dejamos el coche en el parking y echamos un vistazo a los carteles para orientarnos sobre por donde se va y que vamos a ver. La ruta es sencilla y cómoda, siempre y cuando llevemos calzado adecuado, gorra y ropa fresca en verano, además del líquido elemento y algo para comer.
El comienzo es un poco tendiendo hacia arriba y rodeado de bosques de castaño y robles que nos darán sombra.
Tras aproximadamente una hora de camino llegamos a la espectacular zona de los pilones donde nuestra vista se recreará.
El darse un chapuzón es imprescindible y una experiencia única.
Cuidado con los resbalones y los golpes.
Los saltos de agua y las cascadas son continuos, así como las "marmitas de gigantes", que son pozas excavadas en el río por efecto de la erosión del agua.
Recorrer la zona es como si estuviésemos en un parque acuático continuo.
Merece la pena perderse por estos parajes un día entero.
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