Sierra Crestellina se encuentra a escasos kilómetros de la populosa Costa del Sol y tiene un cómodo sendero que permite recorrer gran parte de ella en poco más de tres horas de andurreo. Su nombre le viene de las "crestas" afiladas y poco accesibles que presentan sus cimas.
El comienzo del sendero se encuentra en la zona cercana a los aparcamientos de la parte de arriba del precioso pueblo de Casares, justo delante de una venta veremos los carteles que anuncian el recorrido hasta el refugio de Sierra Crestellina.
Si tenemos la oportunidad de hacerlo en primavera podremos comprobar la explosión de colores que se nos mostrarán sobre todo en la parte del sendero que recorre de forma paralela a la cumbre de esta pequeña sierra.
Gran parte de la ruta discurre por un carril que al comienzo irá en claro y pronunciado ascenso hacia el Puerto de las Viñas,pasando por una zona un tanto urbanizada y rodeada de matorral mediterráneo donde es frecuente la presencia de quejigos y alcornoques de gran porte.
Tras aproximadamente una hora de ascenso llegaremos al Puerto de las Viñas, donde es obligada una parada para admirar todas las vistas de pueblos y sierras cercanas.
Los Reales de Estepona, se nos muestran como un muro imponente que guardan a uno de los pocos pinsapos que quedan por el Sur de Europa.
Los pueblos de la serranía de Ronda y del Valle del Genal aparecen dispersos entre grandes masas forestales.
Y la costa desde casi Málaga hasta el Peñón de Gibraltar y la costa de África podremos verla en distintos momentos de esta hermosa ruta.
Pasado el Puerto de las Viñas debemos de seguir las indicaciones que nos llevan hasta el Refugio de Sierra Crestellina, a partir de ahí encontraremos una bifurcación hacia arriba que llevaría a la cumbre y otra hacia la izquierda que va paralela a esa cumbre. Esta última es la que tomaremos y en ese momento el desnivel se suaviza, dando paso a un tramo de cómodo paseo.
Casares y la Costa del Sol allí abajo nos esperan.
Antes de comenzar a descender deberemos de seguir las indicaciones hacia un mirador desde el que tendremos más y mejores vistas de todos los alrededores. Serán apenas unos minutos los que nos lleven hasta ese lugar y merece verlo.
Volveremos sobre nuestros pasos hasta el refugio donde existen un par de mesas y bancos en los que podremos dar cuenta de las viandas antes de iniciar el descenso hasta el punto de partida.
A partir de aquí el carril se convierte en senda y bastante inclinada, donde deberemos de tener precaución sobre todo si está mojado. Son unos 45 minutos de descenso que tenemos que tomar con tranquilidad si no queremos sufrir algún percance.
Abajo nos espera un carril que a su vez conduce a la carretera de acceso al pueblo, a partir de ahí subiremos por un carril peatonal paralelo que nos llevará hasta nuestro punto de partida.
Se trata de una ruta circular de unos 8 kilómetros que con paradas no suele ser más de 4 horas las que invertiremos en hacerla, eso si se recomienda hacer bastantes paradas y disfrutar de todo lo que nos muestra esta coqueta sierra. Su vegetación, las aves, las vistas... en fin una buena jornada que podemos rematar paseando por las blancas calles de Casares.
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