El pantano y la presa del Tranco de Beas constituye un lugar visible desde gran parte del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, un mar interior rodeado de naturaleza y que bien merece la pena recorrer sus orillas por la carretera del valle y llegar hasta la misma presa. Un camino que antiguamente hacían con mucha penosidad e incluso que constituía un gran peligro sobre todo al llegar al lugar donde actualmente se encuentra el muro de hormigón. Era lugar frecuentado por bandoleros que aprovechaban la estrechez del paso y lo dificultoso del mismo para desvalijar a quienes obligatoriamente debían de pasar por allí.
La presa en si constituye la más grande de la provincia de Jaén y el pantano de regulación del río Guadalquivir y retiene las aguas de este y otros arroyos y barrancos. El fin con el que se construyo fue el de regular la cabecera del río Guadalquivir, agua para regadío y producción de energía electrica.
El paisaje que rodea esta presa es excepcional y es que el río Guadalquivir que nace unos 50 kilómetros más arriba en el paraje de la Cañada de las Fuentes discurre por este impresionante valle que separa las sierras de Cazorla de las de Cubres de Beas.
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