Por muy cargada de gente que vaya siempre, por muy repetitiva que sea, por fácil, por encantadora, por espectacular y por todo lo que queráis la ruta del río Borosa, desde la piscifactoria hasta donde queramos o nuestras fuerzas nos permitan llegar, es la más popular de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas y siempre merece la pena dedicarle un día a hacerla.
En la carretera A-319 a la altura del centro de interpretación de la Torre del Vinagre nos desviaremos hacia la derecha y un poco más adelante tendremos una buena explanada para aparcar, ojo que si vamos en temporada alta y algo tarde nos podemos encontrar sin aparcamiento.
Muy pronto sus pozas cristalinas y su saltos de agua nos cautivarán. Un carril con buen piso nos acompañará la primera parte del sendero y el río Borosa, protagonista durante todo el día, lo tendremos a nuestra derecha. Merece la pena pararse de vez en cuando a contemplarlo desde sus orillas.
Un lagarto ocelado nos contempla desde una roca a la espera de que el sol active su organismo.
Aproximadamente a los tres kilómetros y tras cruzar el río veremos un pliegue verdaderamente espectacular y perfectamente explicado y señalizado para comprender el porque de su formación.
Un poco mas adelante abandonaremos el carril y nos adentraremos en el tramo más espectacular, se trata de la Cerrada de Elias, una zona espectacular donde el río se estrecha entre altas paredes y que sortearemos mediante numerosos puentes y pasarelas pegadas a las rocas.
Una vez pasada la cerrada comenzaremos a subir de una forma más intensa y el río se abre un poco, y lo veremos unos metros por debajo nuestra.
Conforme se va abriendo el paisaje es señal de que nos acercamos hasta la central eléctrica.
Este puede ser el final de la ruta para una gran mayoría de senderistas, pero si estamos en buena temporada de lluvias aconsejo que se suba una intensa pendiente hasta el Salto de los Órganos. Hasta la central eléctrica son unas tres horas de camino y deberemos añadirle media hora más hasta el salto de los órganos. Incluso para los más atrevidos recomiendo un poco más de esfuerzo para poder contemplar la Laguna de Valdeazores (una verdadera joya). Ya digo que el final lo ponemos nosotros cuando queramos o podamos y es que el sendero tiene muchas posibilidades pero casi todas son de ida y vuelta por el mismo camino. Así que debemos de ser cautos para calcular lo que nuestras piernas pueden aguantar.
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