La Selva de Irati es uno de esos sitios mágicos que aparecen tras una carretera sinuosa desde el precioso pueblo de Ochagavía, en el pirineo navarro. Y desde el aparcamiento donde se encuentra el pequeño centro de recepción, tenemos una pequeña ruta que nos lleva hasta la Cascada del Cubo.
El hayedo nos acompañará durante todo el recorrido por una pista bastante cómoda y sin prácticamente desnivel.
Los helechos, enormes, se conjugan con una pequeña cabaña y el bosque al fondo.
En unos 20-30 minutos llegamos a una zona donde el río juguetea con las piedras y saltos, ofreciéndonos bellas estampas.
La cascada del cubo es un pequeño pero bello salto de agua, enmarcado entre paredes de piedras y con el bosque tapizando los bordes del río.
El color de las aguas varía según los rayos del sol penetran en ella.
Si queremos dar un pequeño paseo, con buenas sombras que nos cobijen y disfrutar del silencio natural, no dudéis en acercaros a este bello rincón del pirineo navarro.
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