Un autentico paraiso para los amantes de la ornitología lo representa el Parque Natural de Aiguamolls en Girona. Es la segunda zona húmeda de Cataluña y se encuentra entre las desembocaduras de los rios Fluvia y Muga.
Podemos llegar hasta el centro de recepción de visitantes en la carretera que va desde Castelló d'Empúries a Sant Pere Pescador, bien indicado y con una zona de aparcamiento donde nos cobrarán 2,5 euros por acceder hasta el.
Alli nos informaremos de las distintas rutas y accesos que tiene y las posibilidades de senderismo y ciclismo que existen en el parque.
Lo que más nos llamo la atención es las facilidades para que el observador de aves pueda acercarse a estas, es un parque diseñado para andar o pasear en bicicleta y permite acercarse a los pájaros como nunca he comprobado en ningún otro parque natural.
Observatorios por todas partes, indicaciones, sombra, zonas de picnic, explicaciones, etc. Todo diseñado para acercar la naturaleza al observador ¡¡¡y no pasa nada!!! las aves crian, se alimentan, sin ningún problema. Tan solo tienen algunas zonas vetadas en determinados momentos para no interferir en época de reproducción.
Además en el parque se permite la presencia de ganado vacuno y caballar autóctono que aprovechan los pastos de estas zonas húmedas.
La creación de parque ha sido un respiro para una zona altamente humanizada y dedicada al turismo casi por entero, de hecho fue laborioso el conseguir la protección de estos humedales en contra de la pretensión de convertirlo en un macroresidencial. Afortunadamente la presión popular hizo desistir a los políticos de tamaño atentando ecológico.
Merece la pena acercarse hacia los miradores que existen encima de un viejo silo rehabilitado, lo que nos permite observar todo el parque y zonas adyacentes y comprobar como las aves nos sobrevuelan a nuestra altura.
Nosotros hemos estado en verano, pero la mejor época es la invernada y la primavera donde toda una explosión de especies pueden ser observadas.
Como cuestión curiosa ha sido la reintroducción de gamos que ayudan a eliminar la hierba sobrante de los estanques y que se han adaptado perfectamente a la zona, siendo relativamente sencilla su observación incluso en grandes manadas.
