En pleno corazón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en Huesca, se encuentra el espectacular Cañón de Añisclo, una obra maestra de la naturaleza que el río Bellos se ha encargado de pulir con sus aguas durante muchos años.
Hoy os propongo hacer la ruta hasta el paraje llamado la Ripareta y para ello debemos de tomar la carretera que nos lleva a la frontera francesa, pasar Ainsa y una vez que lleguemos a Escalona seguir las indicaciones. En verano la pequeña carretera que da acceso al mismo es de un solo sentido a partir una zona y luego la vuelta la hacemos por otra carretera local.
El ir temprano en época estival nos evitará el tener problemas ya que la zona de aparcamiento es pequeña. Tan solo por atravesar el cañón con la carretera pegada al río y rodeado de paredes verticales, merece la pena llegar hasta aquí.
Atravesamos el Puente de San Urbez y descenderemos hasta el río por un carril bien ancho.
A partir de ahí se inicia una senda que en constante subida nos llevará por parajes verdaderamente increibles.
Pozas de aguas cristalinas nos invitaran a detenernos y fotografiarlas.
Inmensos bosques nos proporcionaran una más que agradable sombra en los días del estío.
Comenzaremos una importante subida que nos llevará a terrazas superiores del cañón con unas vistas espectaculares.
La llegada a la ripareta tras dos horas y media de "pateo", descalzarse y remojar los "pinreles" en las frías aguas y luego degustar un buen bocata harán que recuperemos fuerzas para la vuelta.
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