En los límites de las provincias de Granada y Málaga se encuentra el Parque Natural Marítimo Terrestre de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, y es especialmente singular el poder observar cabras montesas, de una manera natural y sin que les generemos ningún miedo, practicamente junto al mar y la antigua carretera nacional 340.
Al parecer el origen de este grupo de cabras montesas está en un incendio ocurrido en las cercanas Sierras de Tejeda-Almijara allá por los años 70 del siglo pasado y un grupo de ellas huyendo del mismo terminaron junto al mar.
Verlas moviéndose por los acantilados nos produce un cosquilleo porque parece que en cualquier momento van a perder el equilibrio. Pero demuestran una agilidad impresionante.
Desgraciadamente aquí no se escapan tampoco de la caza furtiva y es lamentable que aprovechando la facilidad para verlas y acercarse a ellas, algunos depravados, las cacen tan solo para decapitarlas y tener o vender un trofeo.
Estas cabras montesas son un motivo más para visitar este paraje natural que puede ser recorrido en su integridad por un sendero que va desde Maro hasta Cerro Gordo, pero esa caminata la dejaremos para otro día.
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