Frigiliana es un mundo en si misma lleno de rincones admirables, un idílico lugar para los amantes de la fotografía y para el viajero en general que quiera comprobar como se debe de hacer para que un pueblo a escasos kilómetros de la costa malagueña de Nerja siga manteniendo la esencia de lo antiguo. Y en la plaza de la Fuente Vieja podemos comprobar como verdaderamente el tiempo pasa incluso para las piedras más duras.
En la fuente podemos comprobar como existen hendiduras provocadas por el roce continuo durante cientos de años por miles de animales que iban a beber agua a esta fuente. Increible comprobar como algo tan delicado como la boca de una bestia puede mellar la dura piedra tan solo con el roce, eso si repetido no sabemos cuantos millones de veces.
La fuente en cuestión fue construida por D. Iñigo Manrique de Lara en 1640 y fue realizada para el abastecimiento de la población y como abrevadero del ganado, de ahí el desgaste que presenta. Le pusieron como nombre "Fuente Nueva" y evidentemente el paso de los años no solo ha desgastado su piedra sino que ha sido obligado el cambio de nombre.
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