Uno de los rincones más agrestes y bellos del Valle de Benasque es sin lugar a dudas el Valle de Remuñe, un coqueto y encajonado lugar que tiene un más que buen paseo, recomendado para todos los públicos pero en época estival, ni mucho menos se puede hacer por gente inexperta en temporada de nieve.
El inicio del sendero se realiza un poco antes de llegar al final de la carretera del valle, dejaremos el coche en una zona donde no moleste y volveremos nuestros pasos para iniciar la ruta a la izquierda(desde la dirección en la que venimos con el coche) de la carretera.
El sendero no tiene perdida y rapidamente comenzamos una primera subida, que será mas o menos constante a lo largo de todo el recorrido.
La senda discurre por la margen izquierda del río y pronto observaremos cascadas y pozas de aguas cristalinas proveniente del deshielo de las montañas que rodean estos parajes, entre ellas el imponente Perdiguero.
Incluso muy avanzado julio es posible ver grandes neveros que no tendrán mayor dificultad, con la debida prudencia, el atravesarlos.
Después de esa pequeña subida nos encontramos con un valle mucho más abierto y al final encontraremos algunos pequeños ibones donde podremos degustar el obligatorio bocata.
La vuelta la realizaremos por el mismo lugar y la duración de la excuersión dependerá de las ganas que tengamos de llegar hasta el final del valle o no. A un ritmo muy normal con pequeños como lo hicimos nosotros se puede tardar unas 4 horas ida y vuelta. El desnivel es de unos 500 metros pero se hace de forma constante sin fuertes pendientes.
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