Una planta muy característica de este nuestro Sur de Europa es el conocido como "cardo borriquero", que procede de la misma familia que las alcachofas. Su nombre más bien de "poca alcurnia" no define las numerosas propiedades que tiene y la importancia que tiene en el medio natural.
Florece de mayo a julio en tierras pobre y con pocas necesidades hídricas.
Al igual que las alcachofas puede comerse y de hecho se hace, cuando son jóvenes y tiernas, en ensaladas o cocidas. Además tienen propiedades diuréticas y digestivas. Sus pencas o nervios jóvenes, como los de todos los cardos, también son consumidos en cocidos tradicionales. Sus flores también se utilizan en la producción de quesos y cuajadas.
Su denominación de "borriquero" es por el gusto de los asnos (borricos) por estas plantas cuando son jóvenes y tiernas.
Incluso se llega a utilizar para la producción de bioconbustible.
Sus semillas son muy apreciadas por las pequeñas aves como jilgueros, verderones, verdecillos, etc, e incluso llegan a ser recolectadas por los coleccionistas de estas aves cantoras, para "afinar" el canto de las mimas. Es muy habitual el verlas posadas en estas plantas degustando sus semillas cuando ya están secas.
Por último sus tallos cuando están secos se usaban antiguamente para buscar en ellos los gusanos que se usaban como cebos en las ya casi desaparecidas, afortunadamente, trampas (perchas, costillas) que se utilizaban para la captura de todo tipo de aves.
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