En la comarca del Pallars Sobirá, en pleno pirineo catalán, se encuentra esta Torre de las Brujas en el municipio de Alins y que realmente se trata de una fortificación de origen medieval que servía para proteger el encajonado Val de Ferrera.
El acceso se hace a través de un corto sendero, que se tarda poco más de 20 minutos en recorrer y que va paralelo al río de la Vall Ferrera y que incluso en épocas de crecida puede impedir el paso.
Sendero estrecho y con sombra que es totalmente llano y que atraviesa zonas con vallas de piedras típicas de la zona.
Hasta que llegamos a la zona empedrada sobre la que se asienta dicha construcción y es entonces cuando debemos de subir un corto tramo ayudado por unas vallas para evitar resbalones.
La torre es totalmente cuadrada y se encuentra abierta siempre y además se accede hasta la parte superior desde la que tendremos vistas esplendidas de la localidad y de gran parte del precioso valle.
En realidad se trata de una construcción del Siglo XVI de planta totalmente cuadrada de casi tres metros por cada lado y unos muros de unos 70 cms de espesor y que además de las funciones de vigilancia también ha servido como palomar o almacén de cereales.
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