La Ermita Cueva de la Espelunga se encuentra en un lugar recóndito de pirineo oscense, para acceder a ella tenemos que tomar la carretera de Ainsa hacia la frontera francesa y a unos diez kilómetros nos encontramos un cruce a nuestra derecha que nos lleva en primer lugar hacia Laspuña y luego tenemos que seguir las indicaciones hacia el Monasterio de San Victorian.
Despues de circular por unas estrechas carreteras locales y ver cada vez más cerca la Peña Montañesa, nos encontraremos al inicio de la ruta que nos acercará hasta La Espelunga.
El comienzo es asfaltado pero rápidamente desaparece y comienza una senda que bordea un barranco.
LLegaremos en primer lugar a la ermita de San Antón desde donde se contempla la sierra Ferrera-Peña Montañesa, lugar excepcional para la observación de grandes rapaces.
A partir de aquí se empina un poco el sendero y vamos ganado altura poco a poco.
A medio camino llegaremos a la piedra de San Victorian, aquí ya el camino tiene bastante pendiente.
Y tras unas cuantas revueltas nos aparece la impresionante ermita pegada a las paredes verticales y nos parecerá increíble que allí se haya podido construir.
Las vistas son fantásticas
El interior de la cueva muy peculiar y con un libro de visitas que debemos de firmar para constatar nuestra presencia.
La zona es muy buena para la observación de buitre leonado, quebrantahuesos, halcón peregrino, águila real, aves rupícolas, el esquivo treparriscos, etc. por ello no está de más que nos llevemos unos buenos prismáticos para completar la hora aproximada de camino de ida que nos acerca a este maravilloso lugar.
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