A cuatro kilómetros del Puerto de Galiz, en dirección a Jimena de la Frontera, se encuentra un autentico vergel de la naturaleza y sin lugar a dudas uno de los mejores enclaves del Parque Natural de los Alcornocales. El área recreativa de la Sauceda es comienzo de varias rutas que nos adentrará por bosques de quejigos y alcornoques, lagunas fantasmas, y sobre todo un poblado que tiene el mismo nombre que el área recreativa y que tiene una larga y tortuosa historia llena de incomprensiones.
El acceso al mismo se realiza por la portada que veis aquí y que es el comienzo del breve sendero que nos acercará a las ruinas del poblado.
Por una senda estrecha pero bien marcada, y a través de un magnífico bosque de alcornoques y quejigos iremos ascendiendo poco a poco dejandonos llevar por la belleza de este lugar. Las posibilidades para los amantes de la fotografía son infinitas y cambiantes dependiendo de la luz, el tiempo, la época del año...
Un poco antes de llegar al poblado existen las ruinas de un antiguo y derruido molino.
Una vez que lleguemos al poblado y tras un pequeño último repecho veremos como la barbarie humana se ha cebado historicamente con este lugar. En noviembre de 1936 los nacionales destruyeron por tierra y aire todo el poblado y fusilaron a sus habitantes, gentes de izquierda que convivían pacificamente en estos bellos parajes. Tan solo quedan hoy día los restos de la ermita...
Dicen que su campana todavía repica en alguna iglesia de algún pueblo cercano y que incluso después de la barbarie se escuchaba su sonido a pesar de no estar ya en el poblado.
Un viejo horno de pan también queda en pie y no ha muchos años restauraron algunas casas en la parte baja que hoy día se utilizan como alojamiento rural para los muchos amantes de los Alcornocales que gustan de disfrutar de la libertad que estos parajes proporcionan y que algunos intentaron cercenar de forma violenta y dictatorial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario