En el Parque Natural de los Alcornocales los valles interiores de las sierras constituyen unas formaciones únicas que por aquí les llamamos "canutos", que deriva de tubo y es una formación similar a la de un bosque galería pero con las riberas estrechas y encajonadas hasta impedir que el sol llegue al lecho del cauce del río.
Con cauces poco profundos y agua todo el año logran albergar una exuberante cobertura vegetal entre las que destacan el ojaranzo, avellanillo, aliso, durillo, laurel, acebo, helechos...
El canuto se forma en las agostas gargantas de las cabeceras de los ríos, el cual visto desde arriba no parece que vaya a tener tanta riqueza vegetal y umbría como cuando nos metemos dentro y nos transportamos a una autentica selva tropical. De hecho contiene elementos de origen euroasiatico y tropical, formaciones que encuentran refugio de las calores estivales en estas sierras costeras altlantico-mediterráneas.
Los canutos más importantes se encuentran en las sierras sur del Campo de Gibraltar como Ojen, Saladavieja, Luna, Algarrobo, Cabrito, Bujeo y la Palma. Aunque también tenemos buenas formaciones en las sierras del Niño y Sequilla, Aljibe, Montecoche y Sierra Blanquilla.
Es un hecho curioso el que muchas de estas especies coinciden con zonas de Canarias, Azores, Madeira y Cabo Verde, lo que habla bien a las claras de la agitada historia geológica y climática por la que han pasado las sierras del Parque Natural de los Alcornocales.
Estos canutos son el refugio de variedades únicas de helechos que encuentran en los más profundo de las sierras un lugar único para su conservación, de ahí que cuando andemos por algunos de estos vergeles debemos de extremar la precaución de no hacer absolutamente nada que pueda alterar el ecosistema. Andar por senderos señalizados, no recolectar plantas, no dejar basuras, extremar la precaución en temporada estival, ... en definitiva procuremos mantenerlos como están para dejarles a futuras generaciones una zona única en el mundo tal y como la podemos ver nosotros ahora.
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