El Acebuchal en Cádiz

Dicen que ya no quedan en Andalucía bosques de acebuches tal y como debieron de existir hace miles de años atrás y que ya lo que quedan son algunos de los supervivientes de talas, carboneo y aprovechamiento del suelo agrícola. Sin embargo en las zonas de bujeos, normalmente arcillosas tienen estos árboles un crecimiento que otros no soportan debido a las contantes grietas y contracciones que sufren estos suelos. El acebuche es más resistente y se adapta a estas peculiares condiciones.

Afortunadamente en la provincia de Cádiz contamos con zonas muy propensas al mantenimiento y progresivo aumento de esta especie vegetal de la que podemos contemplar grandes ejemplares.

No suele aparecer en zonas que superen los 400 metros de altitud y en nuestra provincia con gran tradición ganadera ha sido dificil que prospere debido a lo suculento de sus ramas para el ramoneo de las reses. Por ello era frecuente que no alcancen un gran porte y se quedarán en meros matorrales de forma piramidal.

De un tiempo a esta parte se han recuperado muchas hectareas de acebuches, mejorando considerablemente tanto el número de jóvenes, como adultos y longevos y volviendose a ver autenticos bosque de este antecesor del olivo. Esta mejoría coincidió con la despoblación del medio rural, la carga ganadera y se estableció la obligación de obtener permisos para su corta.

Esta regeneración es motivo de satisfacción ya que es una especie muy beneficiosa para el medio ambiente y genera riqueza donde crece. Por un lado se está volviendo a utilizar como productor de aceite ecológico de gran calidad. La acebuchina (pequeña aceituna que produce) sirve de alimento para infinidad de aves. Sus hojas son sabrosos bocados de la ganadería y especies cinegéticas. Su madera dura y compacta es muy apreciada en ebanistería, tornería y para hacer leña y carbón. Además de servir para hacer enseres domésticos, bastones, hincos de alambradas, etc.

Por si fuera poco sus hojas presentan muchas propiedades medicinales como hipotensoras e hipoglucemiantes. 

Las previsiones son que progresivamente veremos como aumentan los bosques de acebuches e incluso terrenos de bujeos que hoy día solo son matorrales terminarán por ser conquistados por esta fenomenal y beneficiosa especie autóctona.