Al noroeste de la provincia de Badajoz y en plena Sierra de San Pedro, se encuentra Alburquerque, hermosa villa de origen árabe. Situada en un enclave estratégico ha motivado que haya sufrido los avatares de las luchas entre árabes y cristianos y entre portugueses y españoles más tarde.
El acceso se hace a través de la N-521 desde Cáceres o por el Ex-110 desde Badajoz. Recomendamos pasarnos por la pequeña oficina de turismo, situada frente al ayuntamiento, en la que nos informan detallada y amablemente de todo lo visitable dentro y en los alrededores del pueblo.
Alburqueque está declarada conjunto histórico artístico y se divide en dos partes bien diferenciadas dentro y fuera del recinto amurallado.
El barrio Gótico Judío o "Villa Adentro" nos transporta a tiempos pretéritos al pasear por sus estrechas calles, sus pórticos ojivales, la casa de la sinagoga, iglesia de Santa María del Mercado, ...
Iremos subiendo hasta las cercanías del Castillo de Luna, desde donde tendremos unas fenomenales vistas del pueblo y sus alrededores.
Es precisamente ese castillo de Luna lo primero que veremos antes de llegar a la población y es que se alza sobre un promontorio rocoso desde el que domina toda la población. Su construcción es del siglo XIII y se puede visitar de forma gratuita y acompañada pero hay que reservar con antelación.
Gran parte de la muralla se conserva e incluso algunas de las puertas de acceso que había y que siguen siendo utilizadas para la entrada y salida de este recinto amurallado. Su altura media es de unos 10 metros y debería de tener alguna protección para evitar accidentes a los que se atreven a subirlo por sus empinadas escaleras.
Además Alburquerque esta rodeada de una excepcional naturaleza y con muchas posibilidades de hacer rutas de senderismo.
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