En la frontera entre Asturias y Galicia existe una zona que fue declarada Reserva de la Biosfera y que engloba una gran variedad de paisajes y lugares con un especial encanto. Se trata del espacio natural Oscos-Eo y que comparten ambas comunidades. Visitarlo es obligatorio si nos encontramos por la zona, y si además tenemos la posibilidad de hacer alguna de sus innumerables rutas de senderismo comprenderemos el porque es la primera zona fuera de espacios naturales protegidos que fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Su enorme extensión, con más de 1.600 kilómetros cuadrados, sus pocos habitantes (unos 34.000), su buena red de carreteras que comunican los 14 municipios que constituyen la reserva y que vertebra el río Eo en sus más de 90 kilómetros de extensión desde Lugo a la desembocadura en la ría de su mismo nombre.
Sus bosques, su arquitectura tradicional, su gastronomía, su fauna, sus paisajes, su variedad, su cultura, etc hacen de esta zona un lugar excepcional para el turismo natural y que poco a poco se está consolidando como un destino para los que buscan zonas poco masificadas y con mucho que ver.
Además resulta curioso el poder acceder a territorios de gran riqueza vegetal que están unidos con zonas intermareales y que desembocan en playas y acantilados de gran belleza. El mirador del puerto de La Garganta es un lugar excepcional para ver como se desparraman estos parajes hasta la misma orilla del mar Cantábrico.
Pasear por sus pequeños pueblos es descubrir numerosos rincones donde todavía encontraremos multitud de elementos curiosos y que forman parte de su historia y que indudablemente tienen la conciencia y el deber de conservar para mantener ese patrimonio que les está haciendo ser algo muy distinto de otros destinos.
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