En el carril que comunica los poblados de el Abalario y los Cabezudos, en plena Doñana visitable se encuentra un conjunto de lagunas continuadas que se les conoce como Ribetehilos. Esta zona inundable se puede pasear a través de cómodas pasarelas adaptadas a todos los públicos. Es un sendero cómodo de tan solo un poco más de dos kilómetros en un lugar que merece la pena visitar.
Aparcaremos el coche en una gran zona habilitada para tal efecto y ahí mismo se comienza y termina el sendero.
Al comienzo veremos una zona de eucaliptos, que provienen de una desastrosa política que consistía en sembrar estas especies para eliminar los humedales que eran considerados lugares infectos e insalubres.
A los pocos metros ya veremos grandes ejemplares de pinos y un sombrajo con mesa y sillas para poder degustar un buen bocata.
No debemos de olvidar que estos lugares están habitados por el lince ibérico y si vamos atentos podemos observar algunos restos que les sirven como balizas de señalización para que otros especímenes sepan que estos territorios ya tienen dueño.
La pasarela termina después de pasar una zona de madroños, debemos de dar la vuelta y tomar otra pasarela que nos sale, ahora a nuestra derecha, que nos devolverá al punto de partida. Es recomendable ir sobre todo en primavera porque podremos ver las lagunas con agua y la explosión de vida que se produce alrededor de ella es algo digno de presenciar. De todas formas, evitando el verano, cualquier época nos deparará sorpresas agradables en forma de aves, mamíferos o plantas que ver y observar.
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