El palmito (Chamaerops humilis) es una planta autoctona que se adapta perfectamente a las condiciones de falta de agua y calor de la provincia de Cádiz y curiosamente es la única palmera propiamente europea. Aunque es una palmera enana puede llegar a medir hasta 3 metros si no se le poda y se le deja crecer.
Por estas tierras se han esquilmado bastante porque son suculentos sus cogollos tiernos e incluso se hablaba de su poder afrodisiaco. Además sus hojas sirven para hacer cestos, escobas y esteras y la fibra que recubre el tronco se utiliza para hacer paños bastos.
Hay que añadir que sus dátiles son muy asperos y se han utilizado como antidiarreico.
En fin que tenemos una bonita planta, autóctona, adaptada a los rigores de la climatología, que no necesita cuidados, que sirve para trabajos artesanos, que produce frutos y que son refugio para animales y que debemos de evitar la expoliación que sufre en determinadas zonas por un constante arranque de matas sin ningún control. Cuidemos al palmito que tanto beneficio produce a coste cero.
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