Aunque la población española ha disminuido debido al uso de cebos envenenados, cazadores desalmados, desaparición del pastoreo, etc todavía es posible ver el majestuoso vuelo de los buitres leonados, Gysp fulvus, por gran parte de nuestra geografía. Aunque existen lugares donde podemos observarlos desde arriba y abajo con extrema facilidad, uno de ellos es Monfragüe y su mirador del Salto del Gitano donde crían gran número de parejas.
Paradojicamente ahora es una buena época para ellos ya que las monterías les proporcionan gran cantidad de alimentos y es fácil el observarlos sobrevolando las fincas donde ven el movimiento típico de las cacerías. Y es que sobre todo estos grandes alados son unos auténticos sanitarios de nuestros campos ya que eliminan cualquier resto de animal muerto y lo hacen de forma rápida y limpia. Hemos podido observar como una oveja descubierta por ellos puede durar alrededor de una hora en desaparecer ante una avalancha de cientos de buitres.
Es un animal gregario que forma grandes grupos para anidar en cortados y cantiles rocosos, de forma totalmente distinta a su pariente cercano el buitre negro que lo hace en árboles y apartados unos de otros.
Podemos observarlo como se mueve de un lugar a otro aprovechando leves brisas y las corrientes térmicas sin mover las alas. Y es que el coste energético lo tienen que regular bien ya que la comida escasea y deben realizar largos desplazamientos para encontrarla consumiendo la menor cantidad de energía posible.
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