Uno de los valles más hermosos, tranquilos y bien conservados de todo el pirineo es el del Valle de Roncal (Navarra), y casi en el centro se encuentra el pueblo que le da nombre.
Presenta la arquitectura propia de los valles pirenaicos, con grandes casonas y cuidadas calles.
La gastronomía de la zona no puede ser mejor, pero sobre todo sobresale el famoso queso de Roncal, que en cualquier tienda podemos comprar con total garantía.
Desde la iglesia de San Esteban tendremos una vista perfecta de todo el municipio.
Hasta los llamadores de las puertas son originales.
A el se accede por la NA-137 y se encuentra a unos 90 kilómetros de Pamplona. Una visita que no podemos descuidar si nos acercamos por aquellos pagos.
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