El Jaguarzo

El jaguarzo, Halimium halimifolium, es una planta que puede llegar a medir hasta metro y medio, de color blanquecino, y que se adapta perfectamente a suelos arenosos y pobres. Sus flores amarillas son muy llamativas y tanto en primavera como en los tórridos veranos inundan de colorido estas zonas de pinares y arenas tan características de las costas de Huelva y Cádiz.

Ese color blanquecino es la que le dan el nombre de "monte blanco" a la zona donde abundan estas plantas.

Es conocida por distintos nombres como flor del sol silvestre, jaguarzo blanco, jara blanca, mirasol angosto, mirasol menudo, monte blanco, rosal de moscas, todos ellos tienen que ver con su forma, color, etc.

Estany de Sant Maurici

El Estany de Sant Maurici es sin lugar a dudas el sitio más visitado y fotografiado del excepcional Parque Nacional de Aiguestortes y Lago de San Mauricio. Un paseo de poco mas de una hora nos conducirá desde el aparcamiento de Prat de Pierro hasta las orillas de este espectacular lugar del pirineo catalán.

El comienzo de esta maravillosa caminata lo haremos acercandonos a la localidad de Espot, en LLeida, y siguiendo la estrecha carretera que una vez pasado el pueblo nos acercará hasta la barrera que impide el paso de vehículos privados. En ese aparcamiento podemos dejar nuestro coche y tenemos dos opciones una pagar para que nos lleven en un todoterreno o, la mejor, darnos un paseo hasta el lago.

Los primeros metros están habilitados para minusvalidos y se hacen por una pasarela y en medio de un abetal junto al río Escrita.

El sendero no tiene perdida y pronto cruzaremos el río por una pasarela de madera, para comenzar a andar por la solana del valle.

Los ejemplares de pino que esconde el bosque nos llamarán la atención.

Los verdes prados junto con las montañas que rodean el valle y los frondosos bosques conforman unas imágenes verdaderamente llamativas.

Tras casi una hora de caminata pasaremos junto a la ermita de Sant Maurici, lugar de peregrinación de los vecinos del valle dos veces al año.

Desde la ermita tendremos unas fenomenales vistas de Els Encantats que con sus casi dos mil ochocientos metros dominan el lago San Mauricio.

A unos quince minutos tendremos el final de nuestra excursión, un espléndido lago de alta montaña rodeado de una vegetación exuberante y en el que podremos dar cuenta de unos buenos bocatas con las mejores vistas de todo el pirineo.

Como siempre debéis de tener en cuenta que estamos en la alta montaña, que debemos de ser prudentes y atentos a los cambios climatológicos. Y sobre todo medir nuestras fuerzas para calcular bien la vuelta y siempre sin salirnos de los caminos señalizados. Calzado adecuado y protección contra el sol no debemos de olvidar en tiempo veraniego.

El Acebuche. Doñana

El centro neurálgico de la Doñana "visitable" es sin lugar a dudas "El Acebuche", un centro de recepción de visitantes que sirve como base para las excursiones hacia el interior del parque nacional. En la carretera que une la Aldea del Rocío con Matalascañas y poco antes de llegar a esta nos encontramos a nuestra derecha con la entrada al mismo.

No solo es la base de esas famosas excursiones en todo terreno que nos adentra por zonas inaccesibles, para el público en general, sino que además es un lugar donde poder interpretar los distintos ecosistemas que reunen este espacio único en el mundo.

Por si fuera poco hay un área recreativa donde poder dar cuenta de la vianda que llevemos y una serie de senderos, muy bien explicados y adaptados para todos los públicos, que nos acercan a distintas zonas lacustres y en el que es habitual ver gran parte de la avifauna más característica del parque.

Dichos senderos además tienen "hide" para poder ver sin ser visto. No importa la época del año en la que vallamos, siempre nos ofrecerá alguna sorpresa, incluso cuando no hay agua estos parajes son visitados por aves y mamíferos que dejarán que nuestras cámaras inmortalicen sus figuras.

Es más que recomendable ir en silencio y sin prisas, aunque no podremos impedir que alguna familia con menores aparezca en el momento más inoportuno y nos rompa la tranquilidad del momento.

El atardecer o amanecer son los mejores momentos para ver animales desde las atalayas habilitadas al efecto.

Torre Pirulico

Existe un sendero desde la playa de Mácenas que nos lleva hasta la Torre Pirulico, una torre defensiva situada en la costa Almeriense, concretamente en el municipio de Mojacar. Para hacerlo deberemos tomar la carretera que lleva desde Mojacar hasta Carboneras y a pocos kilómetros encontraremos el carril que parte desde el Castillo de Macenas.

Se trata de un carril ancho y adaptado incluso para coches, pero que merece la pena andarlo ya que así disfrutaremos más de estos bellos parajes.

Los acantilados a lado del mar y la Sierra de la Cabrera a nuestra derecha serán los acompañantes que tendremos durante el trayecto de unos 4 kilómetros.

Después de una cómoda subida llegaremos al promontorio donde se situa la torre, que se encuentra muy bien restaurada y a la que se accede por unas empinadas escaleras.

Las vistas que tendremos de la costa almeriense son más que confortables, pero debemos de extremar la precaución a la hora de subir por el último tramo de escaleras metálicas que da acceso a la torre.

Desde arriba las vistas son aún más extraordinarias.

Esta Torre Pirulico forma parte de varias que iremos encontrando a lo largo de la costa almeriense y que son autenticas atalayas desde las que observar estos preciosos parajes.

El Horno para Cocer el Pan

No hace mucho nuestras sierras se encontraban pobladas por multitud de "serreños" que ejercían numerosos trabajos como carboneros, ganaderos, agricultores, guardas, etc y en todos había algo en común y era la necesidad de fabricar un elemento imprescindible para la subsistencia y este no es otro que el pan. Ello necesitaba la presencia de un horno, y por ello era muy habitual el que existiesen estas construcciones por cada uno de los rincones de la sierra.

En muchas ocasiones estos hornos se hacían en lugares comunes donde podían ser utilizados por muchas familias que se desplazaban para la fabricación no solo del pan sino también de otros alimentos. Estos construcciones se realizan con piedras de la zona y se recubrían con tierra.

Muchos de ellos están en estado de abandono, pero en la zona del Picacho, Alcala de los Gazules (Cádiz) podemos observar uno en el sendero que conduce desde el área recreativa por los distintos senderos que recorren estas sierras del Algibe. Merece la pena recrearnos en estas pequeñas construcciones que rememoran tiempos recientes en los que la "barra" de pan no se obtenía de la forma tan sencilla, afortunadamente, que hoy la podemos hacer.

Los Peligrosos Tendidos Eléctricos

Resulta más que lamentable la de muertes que producen los tendidos eléctricos entres las aves y una muestra más son estas trágicas imágenes en las que una cigüeña blanca ha sido victima de una descarga eléctrica cuando construía su nido encima de una torreta.

No es de recibo que todavía existan multitud de instalaciones eléctricas sin proteger para evitar que nuestras queridas aves sufran daños por posarse en los postes, por enredarse entre los cables, por chocar contra estos, etc. Estas imágenes han sido tomadas en el parque natural del entorno de Doñana y claro si esto ocurre ahí imaginaros el resto como estara.

La Garganta de Bogas

Entre la Sierra de la Sal y la de Las Cabras se encuentra un pequeño pero espectacular cañón modelado por las aguas de un pequeño arroyo que desemboca en pleno pantano de Guadalcacín. Un estrecho sendero recorre este paraje que son auténticos dominios del buitre leonado.

El comienzo del mismo lo haremos dejando el coche en el kilómetro 8 de la carretera que une San José del Valle con Alcala de los Gazules, se trata de la CA-5102. En la entrada a un cortijo podemos dejar aparcado el coche, siempre y cuando no moleste.

El camino parte justo enfrente de dicho cortijo, al principio es un carril pero pronto se convertirá en un sendero.

Son dignos de ver los ejemplares de acebuches viejos que existen, tan peculiares por esta zona de Cádiz.

Antiguos abrevaderos para el ganado que desgraciadamente se encuentran abandonados.

Pronto tomaremos la orilla del arroyo que va hacia la garganta y a partir de ahí deberemos de ir paralelos a el durante todo el trayecto, cambiando de orilla varias veces hasta que lleguemos a la base de la garganta en la que tomaremos altura.

Enormes canchales podremos observar en uno u otro lado de la estrechez.

Por momentos pasaremos por un bien conservado bosque galería.

Una vez que lleguemos a la base de los farallones que constituyen dicha garganta recomendamos el seguir adelante para llegar hasta una loma desde la que se divisa el pantano de Guadalcacín.

En ese lugar podremos bajar al río y degustar la vianda que tengamos preparada para hacer más llevadero el día de campeo.

La ruta es de unos 5 kilómetros ida y otros tantos de vuelta, no hace falta autorización para la misma y es recomendable ir fuera de la época estival, por la calor que hace en la zona. Igualmente evitar la época de lluvias ya que será practicamente imposible andar por el arroyo.

Eso si debemos de tener en cuenta que las verticales paredes son utilizadas por muchas aves para nidificar y evitaremos causar molestias con nuestra presencia.

Es frecuente ver el vuelo del águila perdicera...

...el águila calzada...

...y sobre todo del buitre leonado, que presenta concentraciones más que llamativas y además es fácil observarlo y fotografiarlo a escasa distancia.