En las muchas repoblaciones de pinos de las que se hicieron por la zona de Cardeña y Sierra Madrona podemos observar a un pequeño pajarillo que camina cabeza arriba y abajo por los troncos. Se trata del herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus) inconfundible por su crestita un tanto "panki".
Igualmente también utiliza los viejos troncos de pinos podridos para hacer agujeros y criar a su pequeña prole. Aunque si puede utiliza los nidos abandonados de picapinos o las cajitas anideras que ya tan pocas se ven. En la elaboración se reparten la tarea la hembra, que hace el agujero, y el macho que busca pelos, plumas, etc.
Esas repoblaciones de pinos que tanto daño han hecho al primitivo monte mediterráneo y que se realizaron durante las décadas de los 60 hasta los 80 del siglo pasado, son las que han favorecido la expansión del herrerillo capuchino. Y es que este pájaro necesita plantaciones de coníferas para existir.
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