Si hay un ave que sea montaraz y huidiza de los seres humanos esa es la cigüeña negra, Ciconia nigra, una especie rara que busca lugares donde no sea molestada en absoluto y que tenga agua cerca. Pues bien esas dos últimas condiciones se dan en muchos lugares del Parque Nacional de Mongragüe pero lo más maravilloso es que la de estar lejos del ser humano no precisamente. Y es que en algunos de los miradores que dan a los ríos podemos observar un nido de esta preciosa ave y si vamos en temporada de cría el ver como incluso le dan alimentos es una experiencia única.
Pero a pesar de estar frente a nosotros son pocas las personas que se dan cuenta de la maravilla que está acontenciendo frente a ellos, y es que los progenitores se acercan de forma sigilosa a su nido, la vemos como se pega al agua del río Tajo y maniobra habilmente para posarse sin dañar a sus pequeños.
A continuación regurgita la comida y las crías toman el alimento casi del mismo buche de su progenitor. Un espectáculo frente a miles de personas que pasan diariamente por esos visitadísimos miradores que están junto a la carretera que recorre este Parque Nacional. Cada vez que vamos e instalamos nuestro telescopio terrestre disfrutamos como niños viendo esa escena y no podemos resistir cuando al lado nuestro hay gente que no se dan cuenta de lo que está sucediendo delante de ellos y les decimos "mira por aquí lo que hay allí enfrente" poniendo cara de sorpresa y maravillandose de lo visto.
Aquí os dejamos uno de esos vídeos hechos con la técnica del "digiscoping"
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