En San Millan de la Cogolla se encuentra la patria del idioma castellano y es que hace ya más de mil años que unos monjes escribieron dentro de estos muros las primeras palabras en romance, lengua que evoluciono al español o castellano actual. Si a eso le añadimos la belleza arquitectónica y el entorno natural estamos a ante un espacio digno de ser conocido.
Para llegar al mismo tan solo debemos de seguir las indicaciones, numerosas y claras, y podremos aparcar en la misma puerta donde existe una enorme explanada o un poco más abajo en otro aparcamiento habilitado junto al río y rodeado de árboles y cesped.
Su construcción se remonta a los siglos XVI, XVII y XVIII y engloba a distintos edificios y numerosas obras de gran valor en su interior.
Cuenta la leyenda que este monasterio nace de cuando se quisieron llevar los restos de San Millan, que estaba en el monasterio de Suso, mas arriba de este, y que los bueyes cuando llegaron a este lugar, antes de cruzar el río, no quisieron seguir avanzando y dijeron que el mensaje era claro, el santo se quería quedar en ese lugar. Por ello mandaron construir otro monasterio a poca distancia y más abajo del de Suso. En contraposición del de Suso (el de arriba), le llamaron Yuso (el de abajo).
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