Las Telleras del Puen Pecadó. Valle de Chistau

La zona del Puente de los Pecadores (Puen Pecadó) en el Valle de Chistau, en pleno corazón del parque Posets-Maladeta, es magnífica para la observación de una espectacular "tellera" o zona de tilos. Este árbol es posible verlo en la umbría de barrancos y desfiladeros y en este lugar se dan las condiciones perfectas para que crezcan con un porte más que considerable.

Los ramillos florales, que en verano se recolectan, es la famosa tila que da nombre al árbol y que sirve para calmar los estados de ansiedad así como los cólicos intestinales o nefríticos.

El puente de los pecadores podemos verlos casi al final del Valle de Chistau antes de llegar a la población que le da nombre y se encuentra señalizado y con aparcamiento.

Es un árbol muy aprovechable porque sus hojas cuando caen forman un humus de alto contenido mineral y nutrientes, así como su madera es muy buena para utensilios domésticos y para carbón. Por último su corteza se ha utilizado para la fabricación de cuerdas. Si por último le añádimos que la poda de sus ramas sirve para comida del ganado doméstico, resulta un más que buen negocio la conservación de estos árboles.

Albarracín, Teruel

En la provincia de Teruel se encuentra este pequeño pueblo, en plena sierra, y que es monumento nacional desde 1961, una paseo por sus calles constituye un relajante ejercicio visual.

Sus espinadas  y estrechas calles nos deparan pintorescos rincones donde admirar la arquitectura popular y su color rojizo característico llamado "rodeno".

Su pequeña y coqueta plaza mayor constituye uno de los lugares más atractivos.

La madera, la forja, los colores... hacen de este pequeño pueblo un rincón que merece ser recorrido paso a paso y sin prisas.

Además está enclavado en una zona natural que nos depara muchas rutas y paisajes donde disfrutar de unos días de descanso... o de intensas jornadas en el campo.

El Camaleón, Reliquia de los Pinares del Sur

Una autentica joya que podemos ver por los pinares del sur de Europa es el camaleón (Chamaeleo chamaeleon) y en la provincia de Cádiz tenemos la suerte de observarlo en los pinares costeros de los que todavía podemos disfrutar. Estas fotos las hemos realizado en Chiclana donde la presión urbanística hace cada vez más dificil la existencia de estos reptiles de cuerpo arqueado y aplanado.

Una de sus cualidades más conocidas es la de mimetizarse con el medio ambiente que le rodea, pudiendo variar su color en función de las necesidades de pasar desapercibido que tenga.

Tienen la facultad de tener visión estereoscópica pudiendo mirar a diferentes lugares a la vez, su cola es prensil y caza insectos proyectando su lengua sobre ellos. Sus extremidades son largas y terminadas en garras que utiliza para desplazarse por los arbustos.

La incubación dura unos diez meses y la eclosión de los huevos (que entierran) se produce durante el verano y es ahí donde podemos ver, con un poco de suerte,  a estos pequeñísimos camaleones.

Su habitat natural lo constituyen las dunas y pinares cercanos al mar, y ese es su principal problema ya que estas zonas son de gran presión turística y están despareciendo los lugares apropiados para su conservación.

Desde el Algarve portugues hasta la Axarquía malagueña se encuentran sus principales colonias. 

Además de la protección de estas zonas habría que tomar otras medidas para evitar los continuos atropellos que sufren sobre todo en la época de celo, que coincide con el verano. Además de concienciar a la gente para que evite el cogerlos para tenerlos en su casa cual si de un juguete se tratara.

La Migración de la Espatula

Unos cuantos locos pajareros nos embarcamos desde el 2012 en un proyecto que consiste basicamente en, ni mas ni menos, que descubrir un pasillo migratorio entre Europa y Africa de una de las especies más emblemáticas de nuestros humedales: la espátula (Platalea leucorodia).

Concretamente esta especie se desconocía a través de que zona realizaba el salto hasta Africa y hemos constatado que lo hace por el corredor Playa de la Barrosa ( Chiclana) y Cabo de Roche (Conil), este pasillo de la costa gaditana constituye el último eslabón en Europa antes de pasar al continente negro.

Para ello durante más de tres meses muchos voluntarios hacemos guardias en las distintas atalayas para comprobar como multitud de bandos (en 2012 fueron más de 10.000 individuos) realizan el salto a tierras africanas.

Es un autentico espectáculo el comprobar como a través de playas atestadas de turistas esta especie se desplaza en bandos desde una decena a más de cien de individuos. En distintas formaciones, altitudes, con vientos fuertes de levante, etc su instinto migratorio les hace surcar los cielos hacia los cuarteles de invierno.

Bielsa, Puerta de Entrada al Valle de Pineta

El pequeño pueblo de Bielsa, Huesca, en la comarca del Sobrarbe representa un lugar ideal para establecer como punto de partida de innumerables excursiones por sus alrededores. Para llegar a el hay que pasar primero por Ainsa y seguir la carretera que nos llevará hasta la frontera con Francia, a tan solo 13 kilómetros del tunel de Bielsa-Aragnouet.

El centro de la población se mueve entorno al ayuntamiento que es un edificio renacentista con un soportal con 5 arcos de medio punto y una torrecilla defensiva con troneras en su esquina.

Su creación se remonta a la 1191 y fue debido a  la explotación de minas de plata que existían en sus alrededores y de las que todavía hoy en día se conservan algunos vestigios.

Se encuentra en las confluencias de los ríos Barrosa y Cinca, y a sus nacimientos podemos acceder a través de senderos señalizados y tras unas buenas caminatas.

Los parajes que la rodean hacen de ella un sitio formidable para todo tipo de actividades o simplemente para pasar unos buenos días de descanso. Su oferta turística es amplia tanto en alojamientos como en restauración y su principal foco atractivo resulta de ser la entrada obligatoria para acceder al Valle de Pineta del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. 

Una placa recuerda los caídos durante la guerra civil española y que supuso la destrucción completa del pueblo tras los sucesos de la Bolsa de Bielsa que consistió en que tras una dura resistencia de las fuerzas republicanas el pueblo quedó arrasado por los nacionales.

Los Lirios de la Larri

Si vamos a finales de junio y primeros del mes de julio al Valle de Pineta, en el Parque Nacional de Ordesa, no podemos dejar pasar la oportunidad de dar un bonito paseo hasta los Llanos de la Larri y ver como los lirios azules (Iris Xiphioidies) contrastan con el verde de los pastos y las nieves eternas del glaciar del Monte Perdido.

Este año 2013 he tenido la oportunidad de volver a contemplarlos y realmente he observado como hay menos que otros años anteriores, pero es una autentica gozada el pasear por esos llanos y fotografiar esta bella planta bulbosa que año tras año nos regala su fantástico color azul.

Para acercarnos a este paraje hay que llegar a Bielsa, en el pirineo de Huesca, y tomar la carretera hacia el Valle de Pineta, aparcar el coche y seguir las indicaciones de los Llanos de la Larri, en poco más de una hora estaremos en este paraje espectacular. Los lirios los podemos ver por otros sitios, pero sin duda este tiene algo de especial por el entorno que lo rodea, picos de más de tres mil metros, pastos y nieves eternas son un conjunto que dificilmente encontramos en otros lugares.

La Duna de Bolonia

Las playas de toda la costa gaditana son una autentica delicia, pero hay una que por su belleza, fragilidad, paisaje y situación merece la pena una excursión en cualquier época del año. Con la calificación de monumento natural, por parte de la Junta de Andalucía, desde el año 2001, este paraje se encuentra protegido contra especulaciones urbanísticas.

El acceso a dicho paraje lo hacemos a través de la carretera nacional 340, si vamos desde Cádiz hay un cruce unos kilómetros antes de llegar a Tarifa (termino municipal al que pertenece) a nuestra derecha que tras unos diez kilómetros de estrecha carretera nos llevará a una zona de aparcamientos donde poder dejar el coche.

Subir a esta impresionante duna y observar todo el paisaje que domina es algo laborioso pero muy satisfactorio. Sobre todo para los más pequeños que luego se deslizarán una y otra vez duna abajo.

Esta duna "está viva" y avanza gracias a los fuertes vientos de levante, que empujan la arena hacia el pinar de pino piñonero que cubre poco a poco.

Esperemos que podamos seguir disfrutando de zonas, seudovirgenes, como esta donde la naturaleza nos ofrece bellos espectaculos como el de poder subir a una duna de más de 30 metros de altura y 200 de ancho.

Fumarel Cariblanco el Pescador Marismeño.

En las salinas de Bonanza y en la pequeña carretera que conecta el Pinar de la Algaida, en Sanlucar, con Trebujena,  podemos observar muy de cerca a este pequeño pescador de la marisma. El fumarel cariblanco (Chlidontas hibryda) con sus aproximadamente 25 centimetros de tamaño sobrevuela las zonas inundadas para detenerse en vuelo, cernirse de forma rápida y dejarse caer de forma majestuosa al agua y atrapar a un pequeño pez que le servirá de sustento.

Desde comienzos de primavera hasta más o menos el mes de julio, podemos disfrutar de su presencia más allá se hace casi imposible el que puedan quedarse por la falta de agua en los duros meses del estío.

Durante la noche se agrupan en enormes dormideros que abandonan estruendosamente todas las mañanas en busca de sus zonas de caza. Su alimentación se basa en libélulas, linfas de insectos acuáticos, coleópteros, pequeñas ranas y sobre todo alevines de peces.

Cabo da Roca, donde termina la tierra y comienza el mar.

A 40 kilómetros de Lisboa, y a unos 18 de Sintra, se encuentra el punto más occidental de toda la Europa continental, se trata del Cabo da Roca. Una serie de acantilados, un faro y unas vistas preciosas nos harán pasar un buen rato en un lugar muy concurrido por los turistas.

En una placa de piedra se encuentran inscritas las coordenadas exactas de donde se situa dicho lugar.

El paseo habilitado por las cercanías nos hace ver como los acantilados de más de 140 metros de altura se elevan sobre la inmensidad del océano Atlántico.

Dicen de el que es donde se acaba la tierra y comienza el mar, es un sitio muy visitado y que nos proporciona un paseo corto pero que visualmente es muy generoso.

Uno de los recuerdos que más solicitados son por los turistas en este lugar es un certificado, que expende la tienda que hay bajo el faro, que acredita nuestra presencia en el lugar más occidental de Europa... y es que hay gente "pa to".