Doñana no es solo el santuario de muchos romeros y creyentes para los pajareros es otro lugar de peregrinación donde poder ver aves en cantidad y calidad. Un rincón obligatorio de visitar es el centro de recepción "El Acebuche", en la carretera que va del Rocio hasta Matalascañas. Ahí podremos observar, entre multitud de cosas, a unos traviesos y pandilleros rabilargos, Cyanopica cookii, a placer ya que no dudarán en acercarse a por nuestros mendrugos de pan.
Inconfundible por sus bonitos y variados colores este córvido es algo menor que la urraca, Pica pica, pero al moverse en autenticas pandillas dominan toda la zona a su placer. De hecho es el menor de los córvidos ibéricos, aunque su larga cola pueda confundirnos. Es un ave gregaria que ante cualquier peligro lanzan sus característicos gritos y acuden raudo el resto de rabilargos para enfrentarse a quien perturbe su tranquilidad, sobre todo en época de cría.
Lo realmente curioso es que esta especie se ve en Corea, China, Japón, Siberia Oriental y en la Península Ibérica, dos zonas muy alejadas entre si. Esto al parecer puede venir de que marinos portugueses lo reintrodujeron , ya que un nucleo del otro está separado por más de 8.000 kilómetros, aunque todavía los científicos no se ponen de acuerdo. De cualquier forma es un placer el ver tan peculiares pájaros de una forma tan cómoda como en "El Acebuche".
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