Un lugar con un encanto especial dentro del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas es la mole de piedra que conforman los Poyos de la Mesa. Sitio donde se grabaron imágenes, por parte del inigualable Felix Rodriguez de la Fuente, que quedaron para la historia de la conservación de la naturaleza en España. Y aunque nos parezcan, vistos desde lejos, que son un lugar de difícil acceso, todo lo contrario una ruta cómoda nos acercan hasta su mismo y vertiginoso filo.
En el carril que nos conduce hacia la Nava de San Pedro desde el cruce del empalme (bajando el Puerto de las Palomas) y justo cuando llegamos a las ruinas de la casa del guarda en la Nava del Espino se encuentra el inicio de dicho sendero. El coche podremos dejarlo bien en la explanada junto a las ruinas de la casa y tomaremos el carril donde nos encontraremos una valla que impide el paso de vehículos.
Todo el sendero discurre por pista forestal y además de un inmenso bosque de pinos laricios tendremos la oportunidad de contemplar gran variedad de especies botánicas de singular belleza.
Comenzaremos una leve pero constante subida desde la que iremos teniendo cada vez mejores vistas de una gran parte de las serranías que nos rodean.
A unos dos kilómetros y medio aparece una bifurcación en la que deberemos de tomar la pista de la derecha y que sube suavemente hasta el Collado Galán, donde las vistas serán espectaculares.
A partir de ahí el relieve se suaviza y caminaremos sobre una gran explanada que realmente conforma lo que se llaman los Poyos de la Mesa.
Justo antes de que ese carril comience a bajar debemos de hacer un giro de 180º hacia la derecha y evitar seguir el carril de enfrente. Caminaremos un par de kilómetros más para llegar hasta el mismísimo filo de los Poyos de la Mesa. Lugar sumamente peligroso y en el que deberemos de extremar la precaución sobre todo si vamos con menores o mayores irresponsables. Los cortados son vertiginosos y sin protección, los vientos suelen ser fuertes, por lo que acercarse al mismo filo es una temeridad.
Después de saciar nuestra vista volveremos por nuestros pasos y os recomiendo que pareis donde deberemos de hacer otra vez el giro de 180º y desviarnos un poco a la derecha para contemplar otras bellas imágenes que nos proporcionan este sendero. Se trata de otra zona de estos Poyos que no tienen esas caídas tan impresionante pero desde la que se goza de fenomenales vistas de la zona del nacimiento del Guadalquivir.
Tan solo nos queda volver nuestros pasos hasta el coche y habremos culminado una fenomenal ruta de aproximadamente unos 12 kilómetros en total (ida + vuelta) y poco más de 200 metros de desnivel.
Cuando volvamos (o bien al ir al punto de inicio de la ruta) tenemos la obligación de detener nuestro vehículo en el Mirador de los Poyos de la Mesa y contemplar de donde venimos.
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