miércoles, 14 de enero de 2015

Ruta Circular por el Embalse de Cornalvo. Extremadura

Entre las vegas del Guadiana y la Sierra de San Pedro se encuentra el Parque Natural de Cornalvo y el corazón del mismo lo compone el pantano del mismo nombre y que es una presa romana que todavía hoy se mantiene en perfecto funcionamiento. La ruta que lo rodea es una estupenda ocasión para conocer la riqueza ornitológica que tiene esta zona.


Para acceder a la misma tenemos que ir hasta el centro de interpretación del parque en la localidad de Trujillanos (Badajoz) a escasos 10 kms de Mérida y seguir las señales hacia el parque natural. Tras recorrer siete kilómetros de una carretera estrecha veremos las indicaciones hacia el pantano, llegaremos hasta la presa y ahí comienza el sendero circular perfectamente señalizado.


La tarabilla común parece recibirnos y posa gentilmente para que la dejemos inmortalizada al comenzar este recorrido de unos 6,8 kilómetros de longitud que recorre circularmente las orillas del embalse.


En el centro se han construido islas artificiales que favorezcan la presencia y cría de diversas aves vinculadas al agua, como esta pareja de ánade real.




No resulta extraño poder sorprender al dificil y huidizo martín pescador posado cerca del agua esperando su momento oportuno para lanzarse sobre pequeños peces que sirven de alimento.


Otra forma de pescar es la que utiliza la garceta grande, apostandose en sus orillas dentro del agua espera pacientenmente que se ponga a tiro de "pico" algún pez para ensartarlo. Aunque recelosamente cuando nos descubre inicia vuelo pausado y paralelo al agua hacia otra zona más tranquila.


La ruta no tiene perdida y su longitud puede variar dependiendo del nivel de las aguas teniendo entre 5 y 7 kilómetros en total y además muy bien señalizado, incluyendo un nuevo puente en una de las colas para que podamos cruzar un pequeño arroyo.




Este parque natural fue el primero en declararse Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y es que son numerosas las especies que habitan toda esta zona en cualquier época del año, siendo la de más variedad el invierno.



Algún peral silvestre podemos observar en sus orillas, conocido vulgarmente como piruétano.


Los alcornoques son parte fundamental de las dehesas que rodean el embalse de cornalvo y algunos tienen un gran porte.


Las setas también son numerosas y con ellas hay que tener cuidado, especialmente con "la matamoscas" por su toxicidad.



En la zona opuesta a la presa pasaremos por algunas cortijadas rodeadas de dehesas que además de servir de alimento para ganado, es utilizada por la tímida cigüeña negra, una de las especies más emblemáticas de este parque.


Finalmente llegaremos a la presa otra vez, tras aproximadamente una hora y media de agradable paseo. Esta presa es una de las obras hidráulicas mejor conservada de la época romana.


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