El Charco del Acebron es un corto sendero en medio de la Rocina, en el Parque Nacional de Doñana, y en el que podremos admirar la frondosa vegetación que lo rodea y lo apacible y sosegado que es el ambiente que existe en este lugar.
Para llegar al inicio del sendero debemos de sobrepasar el centro de visitantes de La Rocina y recorrer los siete kilómetros, de estrecha carretera, que nos acercarán hasta el parking del Palacio del Acebrón. Es ahí mismo donde comienza el recorrido de aproximadamente unos 45 minutos de tranquilo paseo.
Grandes helechos, centenarios árboles, sombra, agua y un edificio histórico como el Palacio del Acebrón es lo que nos depara este cómodo sendero.
Un pinar de pino piñonero ocupa el terreno más elevado y seco que antiguamente estuvo ocupado por eucaliptos que fueron eliminados y restaurados con especies autóctonas.
Algunas pasarelas nos ayudan a pasar las zonas encharcadas y es aquí donde podemos observar un tipico bosque de rivera que son mucho más frescas y húmedas y que se encuentran tapizadas por zarzaparrillas, madreselvas, parra silvestre y sauces.
Grandes alcornoques también podremos observarlos ligados a la zona de pinares, así como enormes fresnos que proporcionan sombra a las orillas del charco.
Una pasarela de madera nos acerca hasta el interior de la pequeña laguna, y si tenemos suerte desde la misma podremos observar alguna que otra anatida, focha común y un sinfín de aves insectivoras que encuentran refugio en esta auténtica selva.
Finalmente llegaremos al Palacio del Acebrón donde podremos admirar una histórica construcción palaciega referente de Doñana. De aquí al parking tan solo nos quedaran unos minutos.
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