En la extremeña Sierra de Gata merece la pena que nos demos un paseo por las riberas de los ríos Gata y Acebo, un lugar declarado zona LIC (lugar de importancia comunitaria) y con una enorme variedad botánica y faunística, además de que resulta maravilloso andurrear por lugares tan bonitos como estos.
Esta zona incluyen desde el nacimiento de estos dos ríos hasta su desembocadura en el río Arrago, ya cercano a la frontera portuguesa.
Bosques de alcornoques, robles, fresnos, una gran variedad de peces, lagartos y galápagos, y una inmensidad de aves que se cobijan en estas riberas conforman un lugar que bien ha merecido una protección especial. Y aún más debería de haber más señalización de sus accesos y rutas que se puedan hacer.
También son varias las piscinas naturales que aparecen en estos cauces y que son muy concurridas en el período estival.
El agua y el ambiente sombrío que da la bien conservada vegetación propicia el que se vean grandes cantidades de helechos durante cualquier época del año, resistiendo perfectamente los rigores del verano.
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