Una de las cientos de propuestas de senderismo de alta montaña que se pueden hacer en el Valle de Aran es la que nos acerca hasta el Lac de Mar, uno de los más grandes del pirineo y que es asequible de hacer por cualquiera que tenga un poco de ganas de andurrear. Eso si, no sin tener en cuenta que son aproximadamente unas 3 horas de ida y otras tantas de vuelta.
Nos acercaremos al pueblo de Arties y seguiremos las indicaciones hacia "Montargo", que nos conduce por una pista asfaltada hasta una zona de aparcamiento donde dejaremos el coche. A partir de aquí hay dos opciones, una el taxi que te acerca hasta el inicio de la senda y te ahorras aproximadamente una hora de camino y otra, la más saludable y recomendada, es la de andar por la pista.
Llegaremos a un punto donde indica que se inicia la senda hacia el Montardo y el Lac de Mar, ahí la senda se "empina" un poco más.
Conforme vamos subiendo tendremos mejores vistas de todo el valle y de las inmensas montañas que rodean esta zona y que la convierte en una de las más bonitas y atractivas para el senderismo.
En aproximadamente otra hora estaremos en la base de la presa que retiene el agua del lago de La Restanca y donde además existe un refugio de montaña que nos puede salvar de algún que otro apuro en momentos en los que el tiempo se complica.
Atravesaremos la presa y debemos de seguir la senda que bordea el lago y que busca el paso hacia el Lac de Mar. Este es un buen lugar para reponer fuerzas y contemplar las vistas, es puro pirineo.
Casi enfrente vemos las torrenteras que baja de los lagos superiores y estas serán las que debemos de seguir para llegar al destino final.
Toda la ruta se encuentra perfectamente señalizada y en ningún momento debemos de abandonar los senderos.
Volver la vista atrás en la subida hacia el Lac de Mar nos regalará la imagen de la restanca que ahora ya no parece tan grande entre tanta inmensidad.
Tras una dura subida de aproximadamente otra hora llegaremos a este verdadero mar, un enorme lago rodeado de practicamente "tresmiles", que parecen cobijarlo a sus pies.
Una vez que llegamos empezaron a bajar las nubes y cada vez las vistas eran menores, este es uno de los inconvenientes de las excursiones a la alta montaña. En cualquier momento las condiciones climatológicas pueden cambiar y es ahí cuando nosotros debemos de ser responsables y darnos la vuelta antes de que nos compliquemos la vida por estos lares. La alta montaña no admite juegos y dar marcha atrás no es un fracaso es simplemente una de las posibilidades que existen cuando decidimos subir a estas alturas. La montaña hay veces que nos gana la partida y debemos de ser cautos y volver por donde hemos venido. Eso fue lo que hicimos mientras la niebla descendía y descendía.
Por ello siempre recomendamos que aunque sea verano hay que llevar protección solar y chubasquero y ropa de abrigo... en el pirineo nunca se sabe lo que puede pasar, y eso es parte de su grandeza.
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