No es seguro que función desarrolla el corcho en los alcornoques pero teniendo en cuenta la exposición al fuego que presenta los ecosistemas mediterráneos es bastante probable que esta sea la principal causa de que estos árboles estén recubiertos de este material. Tras el paso de un incendio forestal, el 90% de los alcornoques que no han sido descorchados resisten perfectamente y continúan viviendo sin grandes problemas.
No es hasta mediados del siglo XVIII cuando se comienza a generalizar la extracción de la corteza del alcornoque, utilizándose sobre todo en Francia para los tapones de las botellas de vidrio para el vino.
Hoy día con los corchos de menor calidad se fabrican aislantes acusticos y térmicos mediante aglomerados laminares.
El descorche aumenta el riesgo de mortandad durante los incendios, reduce la longevidad de unos 400 años a tan solo unos 150.
Estas durísimas tareas de descorche se realizan cada 9 años y durante los meses más calurosos, de junio a septiembre. Y suponen una gran cantidad de mano de obra en el Parque Natural de los Alcornocales.
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