En pleno Monte de Santa Tecla, en el municipio pontevedrésde La Guardia, desde donde se domina toda la desembocadura del río Miño, se encuentra un castro galaico declarado de interés histórico artístico desde 1931.
Los origenes de esta construcción se remontan a los siglos II y I a. de C. y tienen influencia romana que se nota en sus casas, muralla defensiva y puerta de entrada al recinto.
Algunas de las casas han sido reconstruidas totalmente, son dos, y llama la atención la aparente falta de urbanización con apenas calles y muy estrechas, con muros de contención y escaleras.
Las casas eran redondas y carecian de esquinas, pues así, y según la mitología, los espíritus no podían quedar retenidos en este lugar.
Esta situado en el punto más alto del monte de Santa Tecla, a unos 300 metros de altura y con unas vistas impresionantes del Oceano Atlántico. No fue descubierto hasta 1912, a partir de entonces ha sufrido muchas expoliaciones.
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