Embalse de los Canchales. Extremadura

Cosntruido sobre el cauce del río Lacara y al noroeste de las localidades pacences de La Garrovilla y Esparragalejo, el embalse de Los Canchales es un lugar donde poder pasear y ver multitud de aves en cualquier época del año. Se accede por la EX-209 a su paso por La Garrovilla, donde hay señalizada una pista asfaltada que nos lleva directamente al embalse.

En primer lugar dejaremos el coche antes de cruzar la presa a nuestra derecha tendremos una zona de aparcamiento donde poder dejar el vehículo y comenzar a patearnos un poco las orillas de este pantano.

Existe un paseo perimetral que podemos realizar entero a pie o en coche que tan solo está restringido durante la época de cría de las aves, en las que no se puede pasar por la zona más alejada de la presa.

Ya al comienzo y en la misma presa podremos observar palomos, golondrinas, vencejos, grajillas...

Las garzas pueblan sus orillas y no será dificil el sorprenderlas en pleno vuelo de un lugar a otro.

Multitud de aves insectívoras se refugian en el bien  conservado matorral que rodea esta enorme lámina de agua.

No faltarán los cantos del triguero desde lo alto de un atalaya.

Una magnífica idea fue en su momento el crear unos islotes artificiales, en forma de diques, que han sido sembrado con árboles y distinto matorral y que nos conducen hasta unos miradores, aunque estos no están bien conservados, y desde los que tendremos la posibilidad de ver aves acuáticas sin ser vistos.

Delante de esos islotes han colocado en el agua unos posaderos que son ideales para que las aves se nos muestren de forma muy tranquila y vistosa.

La pista que rodea el embalse tiene unos 23 kilómetros de longitud por lo que podemos alternar tramos en coche y otros andando.

Debemos de ir con precaución ya que la zona es habitual que la use el ganado para alimentarse de los verdes prados que lo rodean.

En los cañaverales no es complicado observar al calamón.

La zona es muy rica en esparragos silvestres y en su época podemos aprovechar además para coger una "macetita" de los mismos y degustar luego en casa una buena sopa o tortilla con esta autentica delicatesen natural.  Una buena jornada ornitológica y campera es la que podemos pasar en Los Canchales, con recorridos que adaptaremos a nuestras capacidades físicas y ganas de "pajarear" que tengamos.

Puente de Llierca. Girona

En la comarca de la Garrotxa, en Girona, se encuentra un puente de estilo románico por el que para pasar ya había que pagar un peaje. Era utilizado para el transporte de mercancias o bien para que el ganado cruzase de un lado a otro del río. Su construcción puede datar de los siglos XIV ó XV.

Se encuentra entre las poblaciones de Montagut y Sadernes y en la estrecha carretera podremos ver indicaciones del puente y un poco más adelante una zona de aparcamiento con abundante sombra donde dejaremos el coche e iniciaremos el pequeño recorrido tanto por arriba como por abajo del puente.

Con poco más de tres metros de anchura, unos 28 de altura sobre el nivel del agua y una longitud de 52 metros este bello puente puede ser recorrido y admirar como una construcción tan antigua y dificultosa se mantiene todavía en excelentes condiciones.

Desde arriba podemos observar una buena panorámica de los alrededores y de las enormes pozas que debajo del mismo se forman y que son aprovechadas para refrescarse en los días del estío.

Roquero Solitario

Inquieto como pocos, el roquero solitario, Monticola solitarius, es un desafío constante para "afotarlo" ya que está constantemente saltando de una roca a otra en busca de las grietas y los pequeños animalillos que en ellas hay.

En algunas zonas se le conoce como mirlo azul, aunque es facilmente distinguible de los mirlos comunes por su acentuado color azulón, el cual todavía resalta más en primavera. La cola en cambio presenta un color más oscuro. En otoño presenta colores mucho más pardos y menos llamativos.

Como su propio nombre indica es un ave solitaria que suele verse en roquedos, acantilados, canteras abandonadas. Es especialmente habilidoso cazando en las grietas y espera pacientemente en las que el sol da y sus inquilinos salgan a tomarlo para capturarlos con su pico.

Su canto es agradable y también puede recordar al mirlo común, aunque con una melodía bastante más corta y no tan variada como este, Aquí os dejamos una pequeña muestra de su "belle canto".

Mirador La Higuerilla. Monfragüe

En la carretera que cruza el Parque Nacional y si vamos hacia el mirador de la Portilla del Tietar, un poco antes e inmediatamente que comenzamos a bajar un pequeño puerto, nos encontraremos con el mirador de La Higuerilla. Una atalaya sobre las aguas del río Tietar.

Desde el mismo hay que estar atentos a las distintas especies que se pueden observar en el agua y que dependerán de la época del año que hagamos la visita. Con prismáticos y telescopio terrestre deberemos de explorar las orillas, donde no es dificil ver a la nutria, o garzas reales y por encima del agua los cormoranes buscando peces.

Lo más interesante sin lugar a dudas está en lo que nos puede venir por el aire, como águila imperial, perdicera y buitre negro, alimoche y cigüeña negra que crían al otro lado del río.

Así mismo este mirador se está convirtiendo en un referente para poder observar a los zorros que se acercan en busca de comida, aunque está prohibido dársela y no es recomendable ya que pierden gran parte de su libertad. Nosotros no los vimos pero si nos comentaron que es más que habitual, mejor así ya que lo predecible suele gustar menos que lo que no esperamos. Por ello este parque siempre tiene algo de impredecible y siempre tendremos algo que ver distinto, aunque sea la misma especie la que veamos.

El Águila Pescadora en la Bahía de Cádiz

El águila pescadora, Pandion haliaetus, continúa su expansión por toda la provincia de Cádiz y ya es posible verla frecuentemente y durante todo el año en zonas como los pantanos de Guadalcacín y Barbate donde cría en varios lugares. A la vez se está intentando aumentar su presencia en la Bahía de Cádiz y para ello se ha liberado un ave recuperada en Málaga, a la vez que se han instalado posaderos y plataformas de nidificación que faciliten su procreación.

La Bahía de Cádiz es un lugar idóneo donde esta peculiar rapaza encuentra un lugar perfecto para poder reproducirse y esperemos que medidas como las adoptadas recientemente contribuyan a que esta especie se asiente otra vez en nuestra zona.

Los Llanos de la Serena. Extremadura

Al este de la provincia de Badajoz se extienden enormes sembrados de pastizales, llanuras llenas de pizarras, con suaves lomas y tanto por el sur como por el este flanqueada por una sucesión de sierras de menos de mil metros de altitud, pero con un bien conservado bosque mediterraneo en algunos casos.

Esto da lugar a un conjunto de factores que hacen que esta zona sea una de las más ricas ornitologicamente hablando y que sean cientos los pajareros que disfrutan recorriendo sus carreteras y carriles en busca de aves para inmortalizarlas en sus prismáticos o tarjetas de cámaras fotográficas.

Campanario, Castuera, Cabeza del Buey, Bequerencia de la Serena, la Ermita de Belén, el embalse de la Serena, la ermita de Piedra Escrita, conforman un triangulo en el que tenemos inmensas posibilidades de poder disfrutar de muy buenas jornadas ornitológicas y además de gran variedad dependiendo de la época del año en la que vayamos.

Avutarda, sisones, ortegas, gangas, cigueña negra, alimcoche, aguilas real y perdicera, aguilucho pálido, collalba rubia y gris, carraca, y un largo etc son acogidas de forma sedentaria como estivales o invernantes, por estos inmensos llanos y las montañas que los rodean.

Además una gran cantidad de ganado pastan y sirven de alimento, cuando fallecen, a los buitres y alimoches que anidan en las montañas cercanas, con lo que en cualquier momento nos podemos encontrar una res muerta rodeada de cientos de necrófagos.

La estrella de las aves de la zona es la avutarda y por ello existen muchos "hides" que sirven para que se alojen los fotógrafos y poder tomar istantaneas cercanas de tan bella y gran ave.

Por todos estos condicionantes es Zona de Especial Protección para las Aves y con una superficie de 150.000 hectáreas es la mayor superficie protegida de toda Extremadura.