Ermita San Jose d'Olp. Noguera Pallaresa

Un excelente mirador de todo el Valle donde se encuentra situada la capital de la Noguera Pallaresa, Sort, es sin lugar a dudas la ermita San Jose d'Olp, un lugar donde se respira tranquilidad y al que podemos acceder por distintas formas y vías dependiendo de las ganas que tengamos de andar.

La más sencilla forma de llegar es tomando la carretera que nos acerca a Olp y un poco antes de llegar a la entrada del pequeño pueblo veremos a nuestra derecha un cartel que anuncia el sendero de acceso a la ermita.

En apenas 15 minutos estaremos sobre el promontorio que sustenta la pequeña ermita y podremos disfrutar de unas insmensas vistas no solo del valle sino de las cercanas montañas pirenáicas fronterizas con Francia y Andorra.

Allá abajo serpentea la carretera que atraviesa la Noguera Pallaresa y que sirve de vía de entrada y salida para todo el valle principal y los anexos que dan a este y que conforman un espacio natural excepcional para la practica de multitud de deportes tanto de invierno como de verano. El esqui, senderismo, descenso de barrancos, etc son la esencia que proporcionan una riqueza sin igual a todo este entorno pirenaico catalán.

 

 Además disponemos de una pequeña zona de picnic para poder degustar unos buenos bocatas con unas inmensas vistas y poder continuar por los muchos senderos que recorren la zona o bien acercarnos al cercano pueblo de Olp que también tiene una visita más que merecida.

Pinares de Rota

Los pinares costeros de Rota pueden ser recorridos por unas pasarelas de madera en una ruta muy cómoda y accesible para todos los públicos. Hoy os proponemos el realizar la ruta desde Punta Candor, donde podemos dejar el coche y comenzar a andar por las pasarelas en dirección al pueblo.

Desde el comienzo nos veremos inmersos en un inmenso pinar sobre dunas costeras que representa uno de los pocos que desgraciadamente nos quedan en la provincia de Cádiz.

El sendero de madera recorre todo el pinar pero hoy os propongo que en la primera bajada hacia la playa la tomemos y andemos por la arena, siempre que en marea baja, junto a la orilla.

Tendremos otra perspectiva y podremos observar muchos limícolas que aprovechan el ir y venir de las olas para rebuscar pequeños crustaceos que el agua deja al descubierto. En este caso se tratan de vuelvepiedras y correlimos tridáctilos.

Cuando lleguemos al final del paseo marítimo de la playa de la Costilla volveremos  a las pasarelas para ahora hacer el recorrido en sentido contrario pero por dentro del pinar

Pronto llegaremos a un mirador que hay sobre un antiguo "Bunker" y que nos ofrece unas vistas por encima de la arboleda.

El recorrido puede durar una hora de ida y otra de vuelta, a un paso más que tranquilo y disfrutando del entorno. Recomendamos que se haga el paseo fuera de la temporada de verano ya que la tranquilidad es muchísimo mayor.

Sendero Charco de la Boca. Doñana

De la parte trasera del centro de visitantes de la Rocina, en el Parque Nacional de Doñana, podemos iniciar el sendero del Charco de la Boca que tiene una longitud de unos 4 kilómetros y que se adentra en una de las zonas más "pajareras" de esta zona marismeña. Para acceder al mismo debemos de ir a la Aldea del Rocío y cruzar el puente sobre el arroyo de la rocina, inmediatamente a la derecha está la entrada para el centro de visitantes.

Antes de iniciar el sendero debemos de visitar esta recreación de choza marismeña que nos acercará a un modo de vida y de construcción único, donde se aprovechaban los recursos que el lugar daba y estos no eran otros que los troncos de sabinas, pinos, eucaliptos y castañuela de la marisma. 

El primer tramo nos lleva a través de un pinar tapizado de hierbas, estos pinares provienen del siglo XVIII.

Grandes helechos aparecen en las zonas más umbrías.

En todo el trayecto irán apareciendo miradores que nos servirán para poder ver la avifauna sin ser observados, para ello debemos de procurar guardar silencio, no solo por nosotros sino también porque seguro que encontraremos otros observadores de aves a los que no debemos de molestar.

En épocas lluviosas  en las que el arroyo de La Rocina ha inundado esta zona, se suele producir una explosión de aves que será muy dificil el poderla observar en cualquier otro lugar de la península. Moritos, espátulas, garzas, garcetas, calamones, ... se alimentan en estas aguas someras.

Y como no, donde hay muchas aves hay rapaces que se aprovechan para conseguir su sustento, aguiluchos laguneros, cenizos y otros son frecuentes por esta zona.

Nunca defrauda este sendero, siempre podremos ver algo llamativo, único o simplemente curioso, como este martinete haciendo equilibrios sobre una delgada rama.

Alcaudones y abejarucos, nos llaman su atención por sus colores vivos. Los primeros se alimentan de insectos y pequeñas aves y el segundo como su propio nombre indica se ha especializado en las abejas. El sendero es de ida y vuelta y no debemos de abandonar nunca las pasarelas ya que dañaremos el medio y además nos expondremos en épocas calurosas, a la picadura de algún alacrán o serpiente. 

Águililla Calzada... Sociable

El águililla calzada, Hieraaetus pennatus, ha desarrollado un sentido sociable con otras aves de su especie para luchar contra la competencia que suponen tanto otras grandes rapaces como algunas de similar tamaño o menor que compiten por el mismo territorio de caza y ello le ha dado la posibilidad de aumentar el número de especímenes.

Esto hace que tiendan a concentrar sus nidos cercanos unos a otros formando así un núcleo reproductor de varias parejas a tan solo unos cientos de metros de distancia entre ellos. Por ello tenemos la posibilidad de verla hacer vuelos acrobáticos sobre sus reducidos territorios y entre varios individuos de diferentes parejas.

Así aprovechan zonas boscosas, crían en horquillas de árboles, y compiten no solo con ratoneros y azores, sino que a otras grandes rapaces también son expulsadas haciendo causa común entre varías parejas.

Los Llanos de la Albuera. Extremadura

Los llanos agrícolas que existen entre La Albuera y Valverde de Leganes, en Badajoz, son un lugar sensacional para la observación de multitud de aves estepáricas en cualquier época del año. Son muchos los carriles que se pueden hacer andando, en bicicleta o incluso en coche y que nos acercan a un ambiente ideal para el aficionado a la ornitología.

Avutardas, grullas, sisones, alcaravanes, elanios, aguilucho cenizo, carraca, avefrías, etc aunque recelosas y a cierta distancia, son fáciles de observar si vamos provistos de prismáticos y telescopio terrestre.

Un lugar que recomendamos es a la altura del kilómetro 5.700 de la carretera que sale de la Albuera hacia Valverde de Leganes y junto a una granja a la derecha existe un carril que es ideal para hacerlo andando. Aunque si tenemos un todoterreno es mejor ya las aves recelan menos.

Pasaremos por cultivos de secano como viña y cereal y de regadio como la alfalfa y el girasol, donde encuentran refugio y alimento multitud de aves esteparias entre las que destacan una colonia de unos 250 ejemplares de avutardas, llegando a más de mil durante el invierno, y unas 10-15 parejas de elanio azul.

Curruca Capirotada

La curruca capirotada, Sylvia atricapilla, es muy facil distinguirla de otras de su especie por la gorrilla negra que parece que lleva puesta y que le da nombre. Muy inquieta como todas las currucas y casi siempre por dentro de los matorrales, es una suerte el poder "afotarla" posada tranquila en una vieja alambrada de espinos ya que lo normal es que pasen desapercibidas.

Durante el invierno, en la provincia de Cádiz aumentan considerablemente el número de aves porque nuestra tierra sirve de zona de invernada de muchas currucas del norte de Europa, en busca de un clima bastante más apacible. Tal vez esta sea una de esas que nos visitan y por ello no recelaba mucho de nuestra presencia.

Durante el invierno se alimenta de frutos y bayas y en verano aprovecha la explosión de insectos, sobre todo mosquitos, orugas y gusanos de los cardos.

Es incansable en su canto y su variabilidad lo hacen uno de los más agradables de todas las aves peninsulares.

Centro de Visitantes Palacio del Acebrón. Doñana

Una antigua casa-palacio de la segunda mitad del siglo XX reconvertida en centro de visitantes del Parque Nacional de Doñana es el Palacio del Acebrón. Junto al arroyo de La Rocina, y al que se accede por una pequeña carretera desde la Aldea del Rocio, se encuentra en un paraje digno de ver y en el que también hay un sendero muy sencillo y que recorre un magnífico bosque-galería.

Dentro del palacio se puede ver una exposición en la que se nos muestra la relación entre el hombre y el medio ambiente tan peculiar que rodea este parque nacional. Los oficios, las relaciones familiares, la forma de vida en la marisma, los distintos biotopos que lo rodean, la ganadería, etc y más actualmente el turismo, la fresa y la romería del Rocio y como todo ello se relaciona con la necesidad de protección que tienen estas tierras.

En sus jardines podemos ver un busto en recuerdo del precursor de tantos y tantos naturalistas que surgieron de sus enseñanzas a través de la televisión y la serie "El Hombre y la Tierra", el inolvidable Felix Rodriguez de la Fuente.

Acebrón significa "asno salvaje" y es que en la Doñana antigua existían muchos de estos animales y su construcción es algo que llama poderosamente la atención ya que desentona absolutamente con todo el entorno de estos parajes marismeños.

Luis Espinosa Fondevilla fue el precursor de su construcción y consecuencia de ello este "ricachón" fue a la ruina y tuvo que venderla a la Empresa Nacional de Celulosa. Posteriormente el ICONA compraría la Finca de La Rocina y con ello se incorporó al Parque Nacional de Doñana.