La Cueva del Agua de Tiscar (Quesada) es producto de la unión de la fuerza y desgaste que produce el agua en la roca del Monte Caballo, dando lugar a una enorme cavidad bajo las entrañas de la tierra y surcada por saltos y pozas de aguas cristalinas. Se encuentra a 13 kilómetros de Quesada (Jaén) en la carretera que va hacia Pozo Alcón y junto al castillo y santuario de Tiscar. Un lugar donde poder pasar una jornada llenas de historia, naturaleza y unas vistas más que recomendables.
También es conocida como la Cueva de la Virgen de Tiscar porque fue el lugar donde se apareció al reyezuelo de Tiscar, Mahomad Abdón, allá por 1319. La historia es que los moros creían que los cristianos luchaban por conquistar el castillo de Tiscar para recuperar la imagen de la virgen y por ello la tiraron desde el castillo hasta la cueva del agua. La virgen sin embargo volvía a aparecer otra vez en el castillo, hasta que el rey moro la hizo mil pedazos. Y nadie sabe como la virgen apareció intacta en dicha cueva...
El acceso está poco marcado pero si venimos desde Quesada atravesaremos con el coche un tunel y unos doscientos metros más adelante nos aparece un cruce a la derecha y en bajada. Tomaremos ese carril asfaltado hasta uno poco más adelante que termina en una explanada donde aparcaremos. A partir de ahí comienza un pequeño sendero en el que deberemos pasar un pasadizo un tanto estrecho y bajar (y luego subir) unos doscientos escalones para llegar a la base de la cueva.
Es apta para todos los públicos pero teniendo en cuenta que la subida se le puede hacer un poco cuesta arriba a personas mayores. Un poco de cuidado con los pequeños. Por lo demás en época de intensas lluvias hay que ir protegidos porque la humedad es abundante y en verano el frescor es delicioso.
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