Entre las provincias de Málaga y Granada, y paralelo a la antigua carretera nacional 340, se extiende una franja maritimo terrestre de especial belleza y singularidad. Se trata de los Acantilados de Maro y Cerro Gordo un paraje natural de especial protección que puede ser visitado desde los muchos acceso que existen. Ademas pueden ser recorridos a pie en su integridad en un sendero bien señalizado y que recorre los 12 kilómetros de este espacio natural.
Playas casi desiertas, acantilados de más de 75 metros de altura, sierras que penetran en el mar, aguas cristalinas, todo esto y más se esconden en esta pequeña franja de terreno que merecen la consideración de un estatus mayor que el de paraje natural, ya que encierra una enorme variedad y se encuentra en un lugar poco sensible a la conservación de la costa tal y como se encuentra este espacio natural. El evitar especulaciones urbanísticas que lo deterioren debe de ser una prioridad.
Pero si bonita es la parte terrestre dicen que mejor es la marítima, escondiendo grutas y escarpados fondos dan lugar a que allí se establezcan numerosas especies animales y vegetales como corales, anémonas, moluscos, crustáceos, destacando entre todas ellas el coral naranja catalogado como vulnerable a la extinción.
También destacan las aves con presencia de distintos tipos de gaviotas y rapaces, además de la única posibilidad de observar cabras montesas a pie de playa. Y por último los vestigios de torres vigías que servían para controlar la llegada de barcos piratas a la zona.
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