Un mirador natural de extraordinaria belleza y desde el que se dominan las tres grandes sierras que cosntituyen el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, es el de Juan León, un lugar al que se accede tras una cómoda caminata de aproximadamente unas dos horas de ida y algo menos a la vuelta ya que vamos hacia abajo.
Para llegar al punto de partida debemos de ir por la carretera que va desde Pontones (Pontón Bajo) hacia Santiago de la Espada y al poco nos saldrá un carretín asfaltado a nuestra derecha que indica hacia el nacimiento del río Segura. Tras cinco kilómetros finaliza la carretera en un área recreativa donde se encuentra el nacimiento de ese gran río que da nombre a estas sierras y ahí comienza una pista forestal en constante ascenso.
Aproximadamente a un kilómetro veremos una bifurcación de la pista, nosotros tomaremos la de la derecha que viene indicada la dirección del mirador Juan León. A partir de aquí no debemos dejar la pista, no tiene perdida, que nos conduce practicamente hasta el mismo mirador natural.
La zona va cambiando de paisaje progresivamente y llegaremos hasta unos llanos donde el bosque de de pinos da paso a la altiplanicie que es utilizada para el desarrollo de la ganadería concretamente la oveja segureña. Veremos alguna construcción que sirve para proteger al ganado y pastor de las inclemencias del tiempo que a estas alturas (unos 1700 metros) son bastante significativas no solo en invierno, donde la nieve reina, sino también en verano. Estas construcciones dedicadas al abrigo y alimentación que del ganado reciben el nombre de "tinás" o "tornajos"
Grandes ejemplares de pinos laricios aparecen esparcidos por esta zona desarbolada, así como piornales y roquedos que nos indican la gran altura a la que nos encontramos.
Llegando casi a las últimas cuestas nos encontraremos nuevamente con un espeso bosque de pinos.
A la salida de este bosque veremos un cruce que debemos de tomar a nuestra derecha, está señalizado perfectamente y ya tan solo nos quedan unos centenares de metros para llegar a nuestro destino.
Una explanada roeada de rocas es el lugar donde se encuentra el mirador, debemos de asomarnos, con cuidado, a esas rocas del fondo y ahí tendremos unas maravillosas vistas de gran parte de estas serranías.
Es un cortado que verdaderamente "corta" la respiración y desde el que se puede observar la cuerda que lleva al Banderilla (uno de los picos más significativos), la Sierra de Cazorla. A la derecha la Sierra de Alcaraz. Abajo la aldea abandonada de los Centenares. En frente la Sierra de las Villas tras la que se esconde el Valle del Guadalquivir y el embalse del Tranco. Buitres leonados, grandes rapaces y muflones son abundantes por la zona.
La ruta son unos doce kilómetros en total, que se pueden hacer en unas tres horas y media, pero merece la pena ir deteniéndose a observar los distintos paisajes por los que pasamos. Si queremos, las posibilidades de aumentar la ruta son inmensas, pero debemos de tener en cuenta nuestra capacidad y sobre todo que nos movemos en territorios de alta montaña sometidos a cambios climáticos repentinos.
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