En la naturaleza sobreviven los más listos y mejor preparados para adaptarse a todos los ambientes y ecosistemas que puedan, en ello les va la vida. En Doñana cuando la época estival está en lo más crudo y el año ha sido escaso de lluvias, los herbívoros buscan brotes en los escasos lugares con agua.
Para ello no basta con acercarse a los bordes, si es necesario hay que introducirse en el agua y buscar los brotes verdes de los árboles a los que no pueden llegar otros. Esto es lo que hace esta cierva, se introduce en la laguna, y gracias a su estatura puede "ramonear" los arbustos y llevarse a la boca los tiernos brotes.
En el vídeo podéis observar como a la vez que se refresca de los calores del estío se alimenta esta cierva.
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