En pleno parque natural de Los Alcornocales y en la carretera que une Puerto de Galiz con Jimena de la Frontera, se encuentra el área recreativa de La Sauceda (que pertenece al termino municipal de Cortes de la Frontera) y existe un camino público de unos 13 kilómetros que recorre gran parte de estos parajes en una ruta circular.
Dejaremos el coche en los aparcamientos habilitados junto a la carretera y nos dirigiremos hacia la entrada al área recreativa, justo a su izquierda veremos un cartel que nos anuncia una ruta cicloturista y unos metros más adelante la cancela que es el inicio de la misma.
El camino es público y no necesita permiso para realizarlo y se realiza 100% por un ancho carril.
Recorre gran parte de esta zona denominada La Sauceda y nos muestra la inmensa riqueza del bosque de alcornoques, que son la especie dominante y toda la infinidad de especies que lo rodean.
Los helechos aprovechan las cortezas de quejigos y alcornoques para crecer junto a la sombra y frescura que estos le proporcionan.
El comienzo es en constante subida, hasta aproximadamente la mitad de recorrido y en estos primeros kilómetros nos encontraremos con algún "piruetano" o peral silvestre junto a los alcornoques.
Alguna higuera cercana a antiguas construcciones y que formarían parte de los huertos anexos a los lugares que estaban habitados también podremos observar.
El porte de algunos alcornoques llama la atención.
El principal aprovechamiento de estos bosques es el de la "saca del corcho" y veremos montoneras de corcho tanto en invierno como en verano, que es la época en la que se "descorcha" aprovechando la época en la que el árbol esta en estado de "reposo".
Otra especie muy abundante y de gran belleza es el quejigo,con sus formas de candelabro debido a las talas para aprovechar la leña y con multitud de especies vegetales en su corteza, dando la sensación de "bosque fantasma".
Cruzaremos el sendero que nos llevaría hasta el pico del Aljibe, que dejaremos a nuestra izquierda.
Aproximadamente a la mitad del recorrido llegaremos a un collado con bonitas vistas, es un buen lugar para hacer un descanso y dar cuenta de las viandas que llevemos.
El el descenso el muy abundante el brezo blanco, que en primavera podremos ver con su pequeñas florecillas que le dan ese aspecto blanquecino.
Ahora ya vamos en continuo descenso hasta el final y pasaremos por una zona muy umbria y en la que el laurel está presente y protegido por una valla.
Pasaremos junto a unas antiguas construcciones de un poblado antes de llegar a la laguna del Moral.
Veremos un cartel indicador hacia dicha laguna hacia nuestra derecha y no debemos de pasar de largo porque se trata de uno de los lugares más hermosos de todas estas sierras. Una pequeña laguna temporal rodeada de quejigos que puede ser otro lugar para hacer un parada y disfrutar del silencio y la contemplación de un lugar encantador.
Volvemos al carril que se encuentra a tan solo unos metros de la laguna y seguiremos el camino hasta el aparcamiento donde habíamos dejado el coche. Tan solo nos quedarán un par de kilómetros en los que atravesaremos una zona de buejo dominada por acebuches.
El tiempo empleado variará dependiendo de nuestro impetu y las paradas que realicemos, pero en total no superará las 3-4 horas de placentero camino por uno de los parajes con más historia de Los Alcornocales, ya que aquí se refugiaron algunos ciudadanos huyendo de la barbarie de la Guerra Civil española y se produjeron hechos lamentables y esperemos que irrepetibles.
