Hemos visitado ya en varias ocasiones el Parque Nacional de Monfragüe y siempre decimos lo mismo, que es un paraiso para los "pajareros", pero no habíamos tenido la ocasión de hacerlo al comienzo de la primavera. Es un autentica maravilla el poder contemplar tanta variedad de paisajes, de plantas y sobre todo de aves. Esta pasada semana santa, después de una temporada aceptable de lluvias, con el sol en todo lo alto, sin apenas nubes y como telón de fondo el azul del cielo hicimos un recorrido por los principales "balcones" de los que dispone este parque.
Comenzamos a primerísima hora por el Salto del Gitano, lugar mítico, donde se pueden observar a placer muchos buitres leonados, rapaces, pequeñas aves de roquedos, alimoche, halcón peregrino, paseriformes...
La cantidad de buitres leonados que existen además de poder verlos a placer, incluso por debajo de los miradores, se está convirtiendo en un problema en el parque ya que están expulsando de sus nidos a cigüeñas negras y alimoches, entre otros. Los buitres son residentes y permanecen todo el año mientras que cuando los otros que son estivales llegan se encuentran con que su nido está ocupado.
Pero la joya de este mirador son los nidos de cigüeña negra que existen a plena vista de todo el mundo. Ver como llegan y salen de su nido, como los arreglan, como se pasean por delante de nuestras cámaras con total naturalidad..
...incluso como copulan, es un lujo que solo se da en esta joya de la naturaleza que es Monfragüe.
Luego nos fuimos al mirador de la Tajadilla, otro fenomenal lugar situado antes de las presas de Torrejón, donde se retienen el agua del Tietar y el Tajo. Nos dimos un paseo por el sendero que conduce hasta la Fuente de los Tres Caños que va paralelo al río Tietar y que además de ser un fenomenal exponente del monte mediterraneo es un lugar muy bueno para la observación de aves.
Los milanos fueron los primeros en recibirnos mientras buscaba pitanza en las orillas del río.
En la abundante vegetación hay multitud de paseriformes.
"Afotar" buitre negro y alimoche en una misma instantánea no es poca cosa.
Aunque luego el alimoche se dio unas cuantas pasadas por delante nuestra, unas con el fondo del cielo...
...y otra con el monte
Las cigüeñas negras también son muy querenciosas de esta zona y pudimos ver como se mueven en parejas...
...incluso liandose entre ellas, parece una con tres patas y tres alas.
Y ver cuatro cigüeñas negras a poca distancia volando sobre nosotros...
"Haciendo parapente"
Y el culmen es cuando vemos un nido de cigüeña negra, arriba a la derecha y a escasos dos metros otro de alimoche, los dos ocupados y conviviendo en perfecta vecindad.
La verdad es que había mucha gente por la primavera en si y por coincidir con la semana santa, pero el ambiente merece la pena. Luego seguimos hacia la Portilla del Tietar para finalizar la jornada, pero eso lo dejamos para otra entrada.
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